El fenómeno Susan Boyle lejos de remitir parece estar más de moda que nunca, al menos por el Reino Unido.
Su disco "Someone to watch over me", en el que esta señora de nuevo se embarca en versionar temas del cancionero popular como "Unchained melody" o "Enjoy the silence" de Depeche Mode (¿cómo han sido capaces de permitirlo?), ha llegado al número 1 en su semana de estreno, precisamente cuando valores en efervescencia como Florence & The Machine o Professor Green acaban de editar trabajos nuevos.
A los británicos parece que les está pasando lo que llevamos sufriendo aquí años. Se rinden a valores conocidos, a discos de revisiones, a canciones que ya se sepan al dedillo y no encuentran ni el tiempo ni las ganas de refugiarse en nuevas creaciones.
Aparte de la señora Boyle, que un día la quitaron el mocho para ponerla un micrófono y comprobaron que no se le daba mal eso del karaoke, tenemos en lo más alto el disco de canciones navideñas (llamarlo villancicos les hace perder caché) de Michael Bublé.
El colmo de la pretensión son las últimas declaraciones de Susan. Por mucho que sus discos se los lleven los ingleses del Sainsburys cuando van a comprar sus bolsitas de té, alguien debería decirle a esta mujer que ella tiene un sector del mercado muy definido, donde las marujas de medio pelo y los señores nostálgicos abundan, que nada tiene que ver con el público de Kings of Leon, Adele o Lady Gaga.
Ella podrá mostrar tributo si dice que le gustaría colaborar con ellos, y puede que sus palabras se hayan sacado de contexto y que ella lo que quiere decir es que es una tía súper moderna en conexión con las nuevas generaciones y que disfrutaría cantando el "Someone like you" de Adele, las dos chupando plano en una imagen panorámica.
Debería ser consciente que por muchos números 1 que obtenga, sólo alguien tan necesitado de titulares y pasta gansa sería capaz de rebajarse tanto como para colaborar con ella. Mejor que la dejen sola, que lo de hacer duetos por ahora no lo vemos, máxime cuando su repertorio se basa en cantar los temas de los demás.
Fuente:
nme
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