La controversia en los directos de Britney está servida. Si bien es de todos sabido que la chica es una profesional del “lip synced”, esto es, playback puro y duro, lo que estaba vendiendo en su gira “Femme fatale” era que ella iba a cantar, por fin, en directo. Al menos una parte.
Los seguidores que hayan acudido a uno de sus conciertos (o los frikifans que hayan ido a varios) habrán comprobado que, con menor o mayor gracia, ella consigue cantar como medianamente puede alguno de los tracks que ha incluido en la gira. Lo raro es que para el DVD oficial de la gira han decidido sobreponer un audio vocal más conseguido a lo que ella cantaba, y sus fans están que trinan por esta intervención. Si lo que pretenden es que se quite el san benito de “emuladora”, lo que han logrado es darle más argumentos a sus detractores.
Por aquí se pasan sus mayores éxitos, “… Baby, one more time”, la infecciosa “Toxic”, su vuelta a los escenarios con “Gimme more”, la canción que puso de moda la palabra “Womanizer”, “3”, “I’m a slave for u”, “Boys”… no olvidemos que se trata de la gira en la que presenta su nuevo disco, y son estos temas los que abundan en todo el repertorio, sobre todo al principio. Empieza con su “Hold it against me” y lo acaba con “Till the world ends”, e incluso esa colaboración con Rihanna que pasó desapercibida y que tantas maneras apuntaba, que es “S&M” se atreve a hacerla en directo.
Aunque decir “en directo” se considere un eufemismo en su caso, Britney quiere dar espectáculo y no hay más. La gente ya sabe que cantar, va a cantar lo justo y necesario. O nada.
Os dejo el último clip de la Brisni. Una chorrada como un piano:
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