Shakira - Sale el sol, aparecen nubarrones y la luna ahí sigue

Los seguidores de Shakira deben ser de lo menos exigentes que hay, teniendo en cuenta el batiburrillo de estilos con que se está presentando la colombiana en sus últimas propuestas.

Tras un fallido intento de mujer loba, la colombiana lanza disco casi al completo en castellano dirigido a estómagos sin escrúpulos que le den absolutamente a todo.

Debe ser que sus gustos son tan amplios que así lo ha intentado reflejar en "Sale el sol". Y es que no nos tenemos que dejar engañar por el panfleto publicitario que se ha venido anunciando sobre que volvía la "Chakira" de siempre, más latina y más inspirada que nunca.

El que se atreva a escuchar "Sale el sol", y los tiene que tener bien puestos para llegar al final, y eso que ninguna canción supera los 4 minutos, se va a encontrar con una montaña rusa con tantos rizos y tirabuzones que a uno le va a costar no vomitar.

De la Shakira de siempre sólo nos encontramos el primer corte, el que da título al disco, y la letra no es la mitad de buena que cualquier tema de sus primeros en castellano. La colombiana lleva una temporada sin conseguir hacer dos versos con la misma intensidad literaria como la que nos venía ofreciendo antes de convertirse en una artista mundial, teñirse de rubia choni y mover las caderas como si le estuviera dando un ataque epiléptico. De la que escribió "Estoy aquí", "Ciega sordomuda" o "Dónde están los ladrones" sólo queda el nombre y una cierta similitud física, pero ahora Shakira vive en otros mundos, el de la fama, el poder y la superficialidad, y eso, queramos o no, es menos inspirador que la auténtica vida real.

Por eso se tiene que acompañar de los de siempre, los latinos del momento, los que ahora aparecen en todos los discos de artistas latinos de repercusión internacional y que en un par de años desaparecerán como sucede siempre. Aquí tenemos a Pitbull, Calle 13 y El Cata. Colaboraciones sorprendentes donde las haya.

Son estos tracks compartidos los que resultan más molestos a la oreja. El reggaeton digno de Caribe Mix que es el single, "Loca", se repite en "Gordita" o la espeluznante "Rabiosa". Loca, rabiosa,loba... parece que Shakira insiste en querer vendernos la imagen de una mujer con carácter que no se deja amedrentar por los hombres, y esa actitud la hace tan petulante que acaba hartando al más paciente.

Aquí hay cabida para todo, si te gusta el picante, el dulce, los platos fuertes, los más digeribles, la comida china y la comida india... esto es, si en tu sufrido estómago cabe de todo, este podrá ser tu disco. Y hay que ser extremista, porque para disfrutar de todos los cortes por igual hay que ser muy disperso en tu criterio musical y ese requisito sólo parece cumplirlo la propia Shakira.

Muy complacido te tienes que quedar si aguantas, y hay veces que parece una tortura, el rock de "Tu boca", el pop chimbambo de "Loca", la balada para moñas de "Antes de las seis" y el robado de Paulina Rubio que es "Mariposas".
Hasta hay cabida para una versión de "Islands", el tema de la banda de moda The XX. Me imagino que les habrán ofrecido mucha, mucha plata para ver como una canción suya es incluída en un potaje tan indigerible.

Así que no sólo sale el sol, aquí hay nubes, tormentas, estrellas y luna y como si fueran fuegos artificiales, el batido aqui montado sólo lo aguantan pocos: aquellos que sean capaces hasta de escuchar un disco de ventosidades grabado por Shakira y lo acaben alabando. Si la colombiana hubiera metido una cancioncita grabada con eruptos a nadie le hubiera extrañado. Es más, hubiera terminado el viaje. Hubiera cerrado el ciclo en el que presenta lo polivalente y variopinta que es.

De nuevo, otro disco de Shakira que arrojar al contenedor de desperdicios.