Rockdelux 385 - Autor: Esteve Farrés
Hace una década, una Anni B Sweet (Ana López Rodríguez) de 20 años debutaba con el folk de "Start restart undo" (2009).
Ahora entrega su cuarto disco y primero en castellano, "Universo por estrenar", y no parece la misma.
¿Qué ha pasado entre uno y otro? Que ha crecido en todos los sentidos: como artista, en popularidad (aunque desde el principio ha tenido proyección internacional) y en ambición, lo que sin duda la ha llevado a abrazar el pop con todas sus consecuencias y a cantar por primera vez en su lengua materna.
Sólo hace falta pinchar el tema de su apertura, "Hormigas", para darse cuenta: si no fuera por la voz, uno creería estar escuchando a Amaral.
Estas doce canciones están pensadas y producidas para gustar a mucha más gente de la que cabe en la parroquia indie. El primer single, "Buen viaje", es otra muestra elocuente de que Anni va a por todas. Para ello ha contado con la producción del líder de Temples, James Bagshaw, que por primera vez produce a una artista ajena a su banda y se ha implicado totalmente: entre él, Anni y Noni, de Lori Meyers, han grabado casi todos los instrumentos en Granada y Londres.
Con constantes referencias a los cuerpos celestes y a la exploración espacial ("Sola con la luna", "Astros", "Nova", "La vida está en otra parte", "Un astronauta", "El tiempo"), Anni B Sweet se lanza a la conquista del mundo.
Misión cumplida: universo estrenado.
Hoy, en el apartado de "críticas que no te dicen nada", tenemos la que Rockdelux ha publicado de lo último de Anni B Sweet.
Una referencia que se podría haber escrito perfectamente con haber leído las noticias y declaraciones de la artista o el dossier de prensa que anticipó el álbum.
Salvo la comparación con Amaral (poco acertada) y la mención a "Buen viaje", nos da la sensación de que el autor no ha escuchado el disco, o no ha querido hacerlo a fondo. Nombrar todas las canciones que aluden a cuerpos celestes, como si sacaras una lista, es completamente innecesario pero eso sí, has rellenado buena parte del espacio que te piden que publiques como mínimo.
No profundiza en aspectos más interesantes: la transición del inglés al castellano de Anni, el cambio radical de sonido, la profusión de atmósferas creadas... Pasa tan de puntillas en su corrección que no invita ni a escuchar ni a desechar el disco por parte del oyente-lector.
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