"Where the dreams go to die", donde los sueños mueren, donde las ilusiones se evaporan, donde la esperanza expira. No puedo evitar escuchar a John Grant cantando con aflicción este tema y sentir que hay palabras que puedo utilizar para mí mismo.
Hace poco me compré el "Queen of Denmark" por 5 euros en amazon.es. Decepcionado por el artwork (mínimo) y por el libreto (que no hay), no me ha quedado otra que volver a experimentar la grandeza que hay detrás de estas canciones, tal y como las conocía en el formato mp3.
Me llama la atención el personaje, ¿quién es John Grant? ¿por qué cosas ha pasado para tener que escribir textos tan explícitos como los que aquí interpreta?.
A pesar de su aspecto de tío duro, de mentón pronunciado, mirada agresiva y semblante serio, los ojos de John desprenden mucha sensibilidad, y qué decir de su voz. Cuando canta, no puedo evitar sentirme emocionado y extasiado con ese timbre tan magistral, tan elegante, que la naturaleza le ha otorgado.
Parece muy seguro de sí mismo, con bastantes inquietudes (en varias entrevistas reconoce hablar con fluidez varios idiomas), pero pasó por un infierno hace tres años en su etapa por Nueva York. Gracias a la banda Midlake, que contactaron con él y le ofrecieron que se marchara a Texas con ellos y que allí grabara material para un disco, completamente gratis, pudo salir por el barranco de las adicciones donde estaba cayendo imparablemente.
Hay sueños que mueren, de acuerdo, pero otros sueños se suceden y serán más fuertes y hermosos que los anteriores, y con un poco de suerte, algún día se materializarán.
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