Siete discos en su haber, cinco nominaciones a los Grammy, una gran reputación en su país, Estados Unidos... Brandon Heath, que es además un conocido del blog pues le seguimos desde su segundo álbum, "What if we", del 2008, publicaba a finales del año pasado su disco más pop, "Faith hope love repeat" y confirmaba que aún tiene muchas cosas que demostrar.
Para aquellos que no le conozcáis, que supongo sois la gran mayoría, hay algo que debéis saber de Brandon y que puede ser que os eche un poco para atrás: es un músico cristiano y sus canciones hacen continuas referencias a su religión.
Ahora bien, si sois capaces de ver más allá del mensaje de sus letras en su sentido más literal, abrís vuestra mente y extrapoláis, la experiencia de escuchar a Brandon será un viaje de lo más agradable.
Su último disco no tiene nada que envidiar a las producciones más ambiciosas de bandas como OneRepublic o The Script. Es más, si escuchamos canciones como "Whole heart" o "Got the love" comprobaremos que perfectamente podrían ser éxitos internacionales si no fuera probablemente, por el tipo de mercado al que apunta Brandon, y al que siempre será fiel.
Con "Got the love" nos hemos llevado una total sorpresa. Lo último que nos esperábamos es que podríamos bailar alguna vez al ritmo de una canción de Brandon. Poseído por el espíritu de Justin Timberlake en "Can't stop the feeling", es una rendición absoluta a la música pop que podemos escuchar en la actualidad. Un soplo fresco de aire que choca de primeras, pero una vez que aceptas su reconversión, disfrutas enormemente.
"Whole heart" se acerca más al Brandon que conocíamos, aunque respeta la coherencia del estilo del disco, porque el cambio no se produce en una o dos canciones, como podríamos pensar. El cambio es palpable en la mayoría de piezas del disco. Parece que después de "No turning back", su anterior propuesta, había ganas de adaptarse al mercado y apuntar más alto, conseguir más adeptos, atraer a la mayor cantidad de personas posible.
Si tenemos que elegir un standout, ése sería "A little faith". Una muy original producción con la que hay que estar muy espabilado para descubrir todos sus trucos, y es realmente una incursión de lo más entretenida. Han sabido añadir capas a la melodía con gran acierto.
En este último video podéis comprobar que Brandon no es nada receloso de mostrar a sus seguidores fotografías de su vida privada. A pesar del empalagoso clip de "Faith, hope, love and repeat", según sus palabras una canción de cuna para su hija, es una balada que se deja escuchar muy bien.
"Fe, esperanza y amor" son las tres armas para combatir el miedo, y debemos usarlas en una constante repetición. Es el mensaje que nos manda Brandon. Hacedle caso.
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