Mientras esperamos a que Amaral publiquen su esperado nuevo disco, después del frío "Gato negro, dragón rojo", Eva está explorando nuevos e interesantes sonidos como el que véis en esta actuación de "No disparen al pianista".
Sin Juan Aguirre, se sentó en el suelo descalza con un sitar entre las piernas, muy erótico, y demostró su destreza con el instrumento asiático, tocando un extendido intro para la canción "De carne y hueso", una decisión muy acertada pues transmite un rollo zen de "venir al mundo con lo puesto y así nos marcharemos", de apreciar lo que nos ofrece el mundo sin pensar en los bienes materiales, sólo tenemos nuestro cuerpo y es lo que tenemos que proteger.
Una imagen que me recuerda mi viaje a la India, cuando veíamos a la gente en sus casas, con cuatro cacharros, sin las comodidades de la vida moderna, pero con unas sonrisas de felicidad como no he visto en mi vida, y sobre todo, contemplar a esos niños que con dos cartones y dos piedras construyen un refugio y se entretienen durante horas. Estamos en percepciones diferentes de lo que se supone nos debe aportar la plenitud como ser humano, y una vuelta a las zonas más pobres de la India (como el precioso pueblo de Hampi) te hace ver lo que realmente es importante en el mundo: tu salud, tu bienestar y los tuyos. Lo demás es un complemento.
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