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El que la sigue la consigue y The Black Keys están saboreando el triunfo en la carrera de fondo en la que llevan corriendo varios años.
"El camino" está vendiendo notablemente, e incluso en España lleva varias semanas en el top100 de Promusicae.
Es una banda que aún tengo que conocer, a espensas de que venga alguien a introducírmelos, reconozco la grandilocuencia de temazos como "Little black submarines".
Así que cuando yo no puedo opinar, me apropio de opiniones ajenas:
ROCKDELUX
Decididos a prorrogar el éxito de "Brothers" (2010) - un superventas en toda regla que fue bendecido por el establishment con tres premios Grammy- The Black Keys readmiten a jornada completa al chamán Danger Mouse, quien ya supervisó la grabación del valioso "Attack & release" 8208) e imprimió su particular sello en la irresistible "Tighten up".
El dato viene a cuento, porque el músico y productor neoyorquino opera a ambos lados de la pecera y comparte los créditos de composición de este álbum llamado a universalizar un estrellato ya indiscutible.
Grabado en el estudio que el cantante y guitarrista Dan Auerbach regenta en mashville, "El Camino" preseva parte de la caligrafía garage y blues del dúo de Ohio, aunque ensancha su manga genérica con garbo, pulverizando logros anteriores gracias a un trabajo melódico concienzudo y a la eficiencia de unos arreglos pura sangre. Riffs-portento - prácticamente todos, aunque los de "Lonely boy", "Dead and gone", y "Run right black" destacan por derecho - vacileo boogie en "Gold on the celiling", inesperados pespuntes de talk box en "Money maker" y delicias pop ("Sister") - o sorprendentes efluvios jamaicanos ("Hell of season") salen al paso durante la escucha de este disco mayúsculo. Son sólo treinta y ocho minutos, pero creánme, no hay tregua.
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