La mágica década de los 80, la cual siempre insisto que me hubiera gustado vivir como persona adulta, nos ha dejado un legado impresionante de canciones que mayormente se caracterizaban por un surrealismo total.
La introducción del ordenador como un instrumento más, "inhumanizó" la música de tal manera que parecía que de lo único que se podía hablar en una canción electrónica era de temas vanales, sin ningún ápice de sentimientos. La electrónica usaba directrices superficiales en su concepto y los primeros grupos que se atrevieron a utilizar un sintetizador como bandera, rechazaban los temas de amor en todas sus vertientes, ni siquiera subliminalmente. La simbología era retorcida, oscura e intranscendental. Había otras muchas emociones de las que hablar, emociones más inspiradoras que presentadas al son de un beat programado encontraban su mejor enfoque. La máquina requería de una extensión verbal y así se ofrecía, ni corazón ni mente, simplemente palabras que parecían frías y despiadadas, pero que ocultaban un transfondo mucho más perturbador del que parecía a simple vista.
Depeche Mode recurría a la tenebrosidad en discos como "Black celebration", Pet Shop Boys a la austeridad en "Actually" y Tears for Fears al planteamiento psicológico, al humano expuesto en los extremos en discos como "The hurting" o "Songs from the big chair".
Roland Orzabal, principal compositor de la banda, parecía que viviera en un universo paralelo, discriminado por su entorno e incomprendido, el miembro de Tears for Fears esbozaba extraños pasos de baile en los primeros videos de la banda, como siguiendo un extraño ritual que intentara llamar la atención a extraterrestres o seres de su órbita, como lo hacía en "Change" o en este "Mad world" del que vamos a hablar.
Bueno, bueno, palabras mayores. Yo viví los 80 siendo adolescente y te puedo decir (y aún hoy) que todo el mundo renegaba de dicha década. Claro, habian pasado dos decadas increibles como los 70 y los 60, y aun hoy la gente se ciega en sobremanera en sus predesoras, cuando los 80 fue una de las epocas más hermosas de la música, donde culminaron muchos movimientos que arrancaban de 30 años antes. Esta canción trata de la inadaptación de un estudiante a los esquemas de la enseñanza, y los Tears for Fears (por algo es suya) hicieron una gran canción. Pero se ha de reconocer que Gary Jules te lanza directamente al corazón esa tristeza, pero es nada sangrante o descarnado, es como algo sereno y calmo, tranquilo y terrible al mismo tiempo.
Parece que gusta decir aquello de "Cualquier tiempo pasado fue mejor", pero con la perspectiva del tiempo y siendo conocedores de todo lo que surgió en esa década, sí que me hubiera gustado haber vivido "la movida" aunque sea por unos días. No creo que veamos los '00 con la misma intensidad porque musicalmente ha aportado mucho menos y lo más representativo, lo comercial, es lo peor que podremos destacar.
4 comentarios:
Sin duda, Gary Jules.
Bueno, bueno, palabras mayores. Yo viví los 80 siendo adolescente y te puedo decir (y aún hoy) que todo el mundo renegaba de dicha década. Claro, habian pasado dos decadas increibles como los 70 y los 60, y aun hoy la gente se ciega en sobremanera en sus predesoras, cuando los 80 fue una de las epocas más hermosas de la música, donde culminaron muchos movimientos que arrancaban de 30 años antes.
Esta canción trata de la inadaptación de un estudiante a los esquemas de la enseñanza, y los Tears for Fears (por algo es suya) hicieron una gran canción. Pero se ha de reconocer que Gary Jules te lanza directamente al corazón esa tristeza, pero es nada sangrante o descarnado, es como algo sereno y calmo, tranquilo y terrible al mismo tiempo.
Parece que gusta decir aquello de "Cualquier tiempo pasado fue mejor", pero con la perspectiva del tiempo y siendo conocedores de todo lo que surgió en esa década, sí que me hubiera gustado haber vivido "la movida" aunque sea por unos días. No creo que veamos los '00 con la misma intensidad porque musicalmente ha aportado mucho menos y lo más representativo, lo comercial, es lo peor que podremos destacar.
Totalmente de acuerdo, una de las mejores épocas para la música
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