Con una canción que habla sobre encender fuegos, no creo que el gobierno de Canarias se atreva a invitar a Ronan Keating a hacer una gira por las islas. "Fires", un título y un tema poco acertados para estos días.
Si los incendios nos tienen a todos quemados, este pop-rock de Keating en su millonésima versión más aún.
Este chico ha probado últimamente su faceta de niño predilecto para madres con un disco dedicado a la figura materna, ha grabado versiones azucaradísimas de temas de Bacharach y como han pasado muchos años desde que no tiene un sólo éxito de ventas, ha querido regresar con algo que lleva su firma pero que produce en el oyente la sensación de que ya se ha escuchado en varias ocasiones anteriores: Cuando Take That, Backstreet Boys o Melanie C han probado con el pop-rock, resultados como el de Ronan Keating se han originado. Insulsos temas que pasan con más pena que gloria.
Ronan lleva una temporada luciendo un físico estupendo, trabajo de horas en gimnasios, o como se ve en el clip, haciendo footing. El chico se ha convertido en todo un sex-symbol protagonista constante de las revistas del corazón británicas. El cambio corporal también se ve reflejado en su rostro. Ha perdido las facciones dulces de la época de "Life is a rollercoaster" y ahora se le ha quedado una cara de gesto más duro, debido quizás a la pérdida de peso y a machacarse el cuerpo. Sin olvidarnos la depilación corporal que le gusta lucir desde hace unos años, no olvidemos que Ronan era un chico de pelo en pecho cuando empezó su carrera en solitario. Se ha convertido en un snob que luce ropa cara, coches de lujo (el Bently del clip tiene casi más planos que él mismo) y aparece haciendo esa vida sana que nos dicen que hagamos y que todos aborrecemos. El clip entero lleva la firma de "soy un partidazo, estoy más bueno que el pan y aunque mi canción sea una basura, la vas a comprar porque te encanto". Así está el mercado...
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