Terminé de escuchar anoche el disco de Love Of Lesbian, atentamente, con las letras en la mano. Una pregunta me vino a la cabeza, ¿será que con "1999" me costó lo suyo encontrarle el encanto? Hago memoria, juraría que "Incendios de nieve", "Te hiero mucho" o "Club de fans de John Boy" entraron en mí directamente y aún siguen deleitándome como aquella primera vez y si cabe, aún más.
Mi impresión al terminar de sonar "Los toros en la WII" es de desconcierto. Hay partes del disco que son un somero coñazo (aquí destaco "Nada" y "Si salimos de ésta", dos temas, para qué utilizar metáforas varias, infumables), otras partes en las que la melodía es tan simplona que no sabemos qué fue antes, el huevo o la gallina, esto es, la música o la letra ("Clínicamente muertos", "El hambre invisible").
Santi Balmés escribe de puta madre, eso está claro, aunque quizás aquí abuse de la autocomplacencia. Él solo hace de terapeuta, se hace preguntas y encuentra respuestas. Es un tío que lo tiene claro. En los temas que habla de amor, aquí la gran mayoría, se plantea situaciones diversas, atolladeros en los que se ve involucrado, y lejos de confesar verse perdido, encuentra la salida y la toma. Usa preguntas retóricas para crear empatía con el oyente, y como si se creyera un gurú, también expone soluciones. Si se tratara de un libro, esto sería todo un acierto, pero no olvidemos que son canciones, y la música aquí y sabiendo de lo que son capaces, es de lo más ininspirado que han hecho nunca.
Hay temazos que por sí solos justifican la compra: "La noche eterna" es impresionante, con esos ecos de Elbow, "Los seres únicos", "Si tú me dices Ben, yo digo Affleck", "Belice" y "Wio". En el término medio estarían "Pizzigatos", el único guiño a la faceta de cuentacuentos que les gusta sacar en los discos, "Oniria e Insomnia", demasiado pomposa, y "Nadie por las calles" con ese venazo Springsteen que les sale.
Lo demás está en cuarentena, aunque mucho tiene que cambiar la historia para que temas como "Nada" me resulten interesantes. Ahora me diréis que este disco no es tan accesible, que hay que darle tiempo... Sí, puede ser, pero yo me fío mucho de mi instinto y de mi primera impresión, hay algo en mí que tiene que hacer click cuando escucho una canción, tengo que sentirme atraído de alguna manera. Yo aquí escucho cantar a Santi, y para entenderle bien tengo que sacar las letras porque hay extractos que sinceramente, no los hubiera pillado ni de coña, y luego intento hacerme con las melodías, cogerle el gustillo, y me cuesta encontrárselo.
Y seguro que eso no me pasaba con "1999" o "Cuentos chinos..."
