Mónica Naranjo - ¿Quién se cree?

Si hay alguien arrogante y narcisista en el mundo del pop español, esa es Mónica Naranjo.

Por si a alguien le quedaban dudas de lo petulante de su actitud, no tenéis más que seguirla en el programa "Esa cara me suena", que empezará una segunda temporada en breve. Lo más cercano a sentirse Dios parece que es ser juez en un programa de valores, y más si a los que estás juzgando son artistas que triunfan en otras facetas artísticas y que tienen muchísima más trayectoria de lo que han tenido muchos de los que allí opinan.

Mónica al menos, tiene unas bases para opinar, pero no entiendo lo de la Cerezuela, ¿qué la chica es muy atractiva y la cámara la quiere? Pues será eso.

Eso sí, cuando Mónica abre la boca no sólo parece que está sentando cátedra, sino que ella sola parece sentirse por encima de todo y todos, como una diosa seleccionada por la madre naturaleza, con ese ego tan exacerbado que le hemos conocido siempre. La chica daría mucho juego y no se iba a callar uno. Buena elección de los productores. Que el espectador sienta empatía hacia ella o que lo que diga tenga el mínimo sentido, eso es otra cosa.

Aparte de su faceta televisiva, la de Figueres no olvida que también canta (o berrea, como pensarán muchos). Anuncia disco con toques sinfónicos, que como dice ella, es el progreso natural tras ese "Adagio". Los fans aseguran que es su disco menos comercial, cuando aún falta muchísimo por darlo por terminado. Ella también deja sus perlitas:

"Simboliza un sentimiento colectivo de la sociedad actual, de que ojalá existiera una justicia divina"

Ella es una diosa que imparte justicia, que quede claro.

Mientras tanto, ha grabado un tema espantoso de dance en inglés que como todo lo que canta Mónica, es proclive a producir dolores de cabeza incesantes. Su voz te atraviesa hasta el hipotálamos con efectos irreversibles. Totalmente contraindicado.