Aaron y los suyos han debido de acabar hartos de ceder a las exigencias de las discográficas, las cuales les debían pedir temas más mainstream para sonar en las radios y poder abarcar un mayor número de público.
Han vuelto al rock sucio por el que se dieron a conocer con su nuevo disco homónimo. "Not again" ya lo viene a decir. "No es una cuestión de si uno puede o no". Quieren recuperar la autoridad perdida en productos descafeinados y si tienen que dar un par de gritos a lo "screamo" bien dados, pues se hace.
Encantados de tenerles tan liberados.
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