Noel Gallagher - Si yo fuera americano

Los británicos adoran a Oasis, está claro. Marcaron una época con sus himnos para el proletariado y después, donde muchos veíamos mediocridad, ellos seguían viéndoles grandes, enormes, triunfantes.

Si Noel se tira un pedo o se saca un moco en una conferencia, al día siguiente aparece publicado en todos los tabloides, y si suelta el enésimo rapapolvos a su queridísimo hermano, los de NME lo pondrán en primera página.

Parece que desde que se separaran las noticias sobre ellos se han multiplicado y no hay día que lo que diga uno u otro aparezca en algún sitio. Sus pensamientos parecen frases bíblicas y lo que opinen es sagrado. Todos les tienen en cuenta y a todos parece gustarle esa jerga de "fuck you, man" y "I give a shit" que se gastan.

Personalmente, tengo a Liam Gallagher atravesado. Tengo la sensación de que si buscara gilipollas en la enciclopedia aparecería él en una foto explicativa. Y es que así es, su rostro es la perfecta definición de la imbecilidad.

Escuchando los nuevos temas de su más simpático hermano y verdadero artífice de todo el éxito de Oasis, Noel, entendemos por qué ha aguantado tanto tiempo a un hermano narcisista e insoportable.

Noel canta agradablemente, no es la primera vez que le escuchamos. Recordemos que el famoso "Don't look back in anger" ya fue interpretado por él. Cuesta reconocerlo, pero su hermano tiene una voz más identificable que la de Noel, que se confunde entre miles de voces del panorama actual. Quizás entone mejor que Liam y su registro sea más amplio, da igual, su timbre se pierde en el espacio entre montones semejantes.

"The death of you and me" es su adelanto en solitario frente a un proyecto formado únicamente por él llamado "Noel Gallagher's High Flying Birds". Debe ser que no quería sacar nada sólo con su nombre y tampoco quería que la gente tuviera que aprenderse otro apelativo más a lo Beady Eye.

Los pájaros tampoco vuelan tan alto, menos humos. Lo que él ha descrito como una redención hacia el sonido de New Orleans, se podría enterrar entre cienes de temas de Oasis escondidos entre singles, y es que lo que tanto tiempo le ha llevado crear no es más que una canción del montón que conforman las canciones mediocres.

Si por incluir trombones ya se cree flotando en los ríos de Nueva Orleans, bien por él. Lo que pasa es que emular un ambiente, un aura, es mucho más complejo que todo eso.

No sonará a Oasis, y él bien que se congratula de eso. Maldita la falta que le hace. Tampoco suena espectacular, y ahí sí que tenemos un problema.

De uno de los compositores más acreditados de los últimos 20 años se esperan cosas más esmeradas. No va a crear otro "Definitely maybe", por mucho que lo lleve intentando años (es un comentario muy repetido en sus entrevistas), pero parece que las ideas creativas de Noel están empezando a rozar un vulgarismo de lo menos expresivo.

Se le perdonará su influencia descarada por los sonidos yankis (no sé si los británicos pensarán igual, acordémonos de lo que le pasó a Robbie Williams, su carrera fue hacia abajo desde el "Escapology"), y que quiera quitarse la pegatina de Oasis, cuando Beady Eye, la banda de su hermano, no era más que una prolongación de su génesis.

Lo que es imperdonable es que ahora que vuela libre y alto, que puede hacer lo que le venga en gana, se decante por un tema que podría haber sacado Will Young y nadie pestañaría.

Por supuesto, los medios británicos le seguirán lamiendo el culo. Ultimamente parece que importa más lo que hablen que lo que canten. ¿Será que los Gallagher son conscientes de esto?