Qué de cosas han pasado para INXS desde la publicación del anterior album a este "Switch", publicado en el 2005. Su obra previa, "Elegantly wasted", de 1997, volvía a dejar en evidencia la falta de creatividad y sorpresa que asolaba al grupo, quedando tan lejana la época del "Kick"(1987).
Esos años dorados, donde trallazos como "Devil inside", "Suicide blonde" o "Never tear us apart" catapultaron a los australianos hasta la primera división del panorama musical.
Después se produjo un declive donde sus grabaciones no parecían cuajar entre las masas y una lista de "lps" irregulares se sucedía seguidamente, sin asomarse el menor atisbo de lo que INXS fue en su momento.
Bueno, pues entre todas las cosas que decía habían pasado entre 1997 y 2005 hay una que explica con claridad el porqué de tantos años en barbecho.
Su carismático cantante, Michael Hutchence, de buena apariencia, resultón en fotos y videos musicales pero de carácter difícil, se suicidaba el 22 de Noviembre del 2007, apareciendo colgado desnudo del techo en una habitación de hotel.
Las causas de la muerte apuntan realmente a un accidente, ya que parecía que Michael lo que estaba intentando provocar era lo que llaman el orgasmo máximo, que consiste en quedarse sin aire, asfixiarse y a la vez alcanzar el clímax del orgasmo, efecto este que multiplica la sensación del clímax y que, desde aquí, no recomiendo probar, no me gustaría dar ideas, jeje.
De ahí que apareciera colgado y desnudo. Dando más detalles, parece ser que si en la práctica tienes una raja de limón en la boca, el amargor del cítrico evita que pierdas el conocimiento totalmente, en el caso de que uno se quede sin aire y esté a punto de provocar su propia muerte.
Ahora bien, si todo sale mal no se puede negar que no existe forma de morir más ridícula, y más esnob, por cierto.
El grupo no quiso explotar la muerte de Michael, cual Kurt Cobain de Nirvana, y a pesar de editar algún recopilatorio, prefirió que la discográfica no saturara los medios con noticias de Hutchence, siendo la muerte de éste tan desagradable como fue.
Bien es cierto que esto es una teoría que yo me hago porque si el grupo quería sacar dinero o no, eso no lo sabemos ni nunca se comentó.
Tampoco INXS tenían el tirón que tenía Nirvana y no sabemos hasta qué punto podrían haber tirado del hilo, pero sí que hay que admitir que INXS tenía una trayectoria más longeva que el grupo de Seattle.
Notas aparte del preámbulo de este "Switch", el grupo parecía que no volvería a editar discos bajo el nombre de INXS, no se sabía nada de ellos, alguna nostálgica gira con algún cantante por Australia y poco más.
Hasta que a alguien se le ocurrió buscar al nuevo cantante de INXS a través de un concurso de televisión tipo Operación Triunfo que titularían "Rock Star: INXS". Un poco bochornosa la idea, valga decirlo.
Al concurso se presentaron ciento y la madre, incluso cantantes femeninas (lo siento si leéis este comentario, chicas, pero no me imagino a una tía encabezando INXS y cantando "Baby don't cry").
Finalmente ganó un chavalito llamado JD Fortune, con un timbre de voz muy similar al de Michael Hutchence.
Aparte, JD tenía presencia y sex appeal, aunque su apariencia recuerde vagamente a la de Jake Shears, de Scissor Sisters. Era perfecto para ser el nuevo cantante de INXS.
Así fue que en el 2005 sacaron "Switch", producido por Guy Chambers, creador de los mayores éxitos de Robbie Williams, y que suponía la vuelta de una de las bandas más legendarias que quedaban por desempolvarse.
A pesar de todo el rollo del concurso y la tremenda promoción, el disco fracasó en el intento de "volver por la puerta grande" e hizo modestos chartings en USA y Australia.
"Switch" conectaba de nuevo al grupo, y agrupa 11 canciones de melodías pop comerciales, facilonas y faltas de originalidad. Pocos ganchos, pocas letras memorables, de fácil escucha, pero imperdurable.
Escritores como Desmon Child, The Matrix, Shelly Peiken o Guy Chambers, aparecían entre los creadores del disco, ofreciendo canciones inocentes, a ratos convencionales y con una producción nada arriesgada. Guy Chambers diseñó un sonido apto para la radiofórmula mundial, dejando fuera garra o salvajismo que podían ofrecer temas como "Perfect strangers" o "Devil's party".
Mark Opitz, el productor de toda la vida de INXS, se mantuvo al margen de este proyecto, no sabemos si por propia voluntad o porque no contaron con él.
El espíritu de siempre de INXS no desaparece en "Switch", sobre todo gracias a la voz de JD, calcada a la de Hutchence, pero la intensidad de las creaciones de Michael no se ven.
Tampoco podían faltar las canciones dedicadas a la figura del cantante desaparecido, y puede que de este palo, "Afterglow" y "God's top ten" sean las canciones más sobresalientes del disco, junto a "Hot girls", que es la única que denota que en las venas de estos veteranos sigue corriendo la sangre del rock.
Una lástima de regreso que prosigue con el declive de 1997, viva o no viva Hutchence.
6,5/10
VIDEO DE AFTERGLOW, segundo single: