Si aparece uno, tendrán que salir más. Esta premisa habrán tomado los que han contratado a Jesse Dee después de ver el éxito de Eli "Paperboy" Reed, otro jovenzuelo blanquito con una portentosa garganta dotada para cantar soul como el mismísimo Ray Charles.
Jesse Dee aparece siguiendo la fulgurante estela que está dejando Paperboy, todo un acontecimiento en directo, porque los cazatalentos siguen buscando imitaciones con más o menos suerte pero que siempre suponen una garantía de éxito, porque tienen asegurado un público que degusta estos productos sin pensárselo dos veces.
A su favor diremos que sus influencias musicales nadan en más mares que las de los que llegaron antes, porque si "Alright" suena a soul añejo, con "Alive & Kicking" tenemos el rock a la par de Jimmi Hendrix, y se cuelga la acústica en "Remember me" para tranquilizar las aguas.
"Bittersweet Batch" es su presentación al mundo y nosotros, como buenas personas educadas, le damos la bienvenida deseándole mucho éxito, que suene a Fulanito o Menganito, el disco le ha quedado resultón.
Estas palabras les dedicaban los del Shangay:
"Con lo que Otis Redding o Sam Cooke - referentes primarios de este "Bittersweet Batch" - seguro que no contaban cuando profundizaban en las raíces del soul negro era con que su estela iba a ser seguida por una nueva generación crecida con los prodigios de la música electrónica. Jesse Dee bebe de lo mejor de estos maestros para, aprovechando el tirón de Eli "Paperboy" Reed, firmar un album prometedor desde el inicio con la animada "Alright", las baladas (Over & Over again), los momentos jazzy (My two feet), los medios tiempos (Remember me) y las melodías optimistas (Alive & Kicking), sin descuidar el gospel"
El 21 de Enero estuvo en Madrid, en la Sala Sol, para un concierto benéfico a favor de... ¿os hacéis una idea?... sí, las víctimas del terremoto de Haiti.
Y esto fue lo que hizo el chavalín:
¿Dónde acaba su cabeza y empieza su pelo? Qué enigma...
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