"Yo no tengo más que tres o dos amigos en la vida", reconoce Tiziano en la letra de "La diferencia entre tú y yo", su nuevo sencillo.
No nos extraña esta afirmación. Lo de ganarse amistades nunca ha ido con él. Cuando abre la boca suelta cada perlita que Dios tiembla. Empezó poniéndose en contra al público mexicano tras llamar bigotudas a las mexicanas, y después, cuando salió del armario, declaraba que la homosexualidad era una enfermedad contra la que llevaba luchando años.
A su favor puedo decir que tuve la suerte de conocerle en Madrid, y me pareció un tipo simpático, abierto y sin prejuicios. Claro, en cinco minutos de conversación uno no deduce si la persona es un psicópata enfermo que te va a pegar un tiro cuando te des la vuelta. Se le veía en la cara, y en su sonrisa. Un tío majete el Tiziano.
"El amor es una cosa sencilla" es su último trabajo y a pesar de lo adictivo que es el primer sencillo, ha pasado desapercibido en los medios y en las listas de ventas.
La música de Tiziano siempre ha tenido un toque particular. Tan pronto arranca en un tono grave que te eleva la voz sin darte apenas cuenta. Y ambas escalas le salen a la perfección. Hará pop melódico, más siempre ha coqueteado con varios estilos, destacando el hiphop. Son esas partes casi habladas las que hacen que esa diferencia entre tú-y-yo nos encandilen y sigue escribiendo letras que ya quisieran muchos hispanoparlantes. Benvenuto de nuevo.
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