Los enfrentramientos de estos días para derrocar al presidente de Egipto a la fuerza por parte del pueblo están siendo cabecera de noticias por la gran problemática a nivel mundial que supone un acto así, en pleno siglo XXI. Tan alarmantes están siendo los ataques que como sabréis, los turistas tuvieron que abandonar el país, y los monumentos históricos que abundan en el país están siendo protegidos por el ejército para evitar cualquier ataque, ataques de los cuales no se ha podido escapar el Museo Nacional de El Cairo.
Todo el mundo está siendo testigo de una sublevación atípica en la que el país musulmán se está viendo sumido por muerte y caos, en algo que no deja de parecernos desorbitado.
Hablar de esto porque te afecta es tan delicado que hay que andarse con mucho cuidado con las palabras que uno escoge, no vaya a ser que se expresen de una manera equivocada o que parezcas un completo ignorante que nada sabe del tema y que sólo se preocupa en dos banalidades.
Esto último es lo que le ha pasado a un desafortunado David Bisbal, que publicaba con respecto a este tema en su Twitter (él o la gente que escriba a su nombre en este medio) un mensaje que ha provocado la burla de muchos internautas que le han acusado de ignorante y torpe. La inocencia y buenos deseos del mensaje se han expresado de una manera que efectivamente, invitan a la mofa, y mucha gente, aburrida en la mayoría de los casos, ha aportado su especial coletilla a la frase siguiendo el estilo de Bisbal.
El mensaje que David se atrevió a publicar y del que me imagino que se arrepentirá cada hora después de haberlo hecho, era el siguiente:
«Nunca se han visto las piramides de Egipto tan poco transitadas, ojalá que pronto se acabe la revuelta».
Como ajeno a que algo así pudiera afectar al turismo, que es lo que parece que le preocupa, demuestra su interés en ese único factor y no en los requerimientos del pueblo egipcio. Pues sí, es inapropiado e infantil. Eso sí, de ahí a cebarse con él como lo están haciendo desde el hashtag #turismobisbal, de nuevo en el twitter, colgando mensajes a cuál más estúpido denotando la falta de tacto que tuvo Bisbal extrapolándolo a otros ejemplos (Venecia, Cuba, el muro de Berlin, etc.) algunos con más gracia que otros, es un puro recochineo sobre alquien que, me imagino, intentó dar unas palabras de apoyo con toda su mejor intención.
El propio Bisbal días después borró el comentario y escribió: "El insulto es lo únco que os queda, bueno y también mucho ... tiempo libre".
Algo que ha calentado más el ambiente, cuyas representaciones en ese hashtag se han multiplicado inventando chistes sobre Bisbal y Bustamante en donde se les ve como dos paletos que confunden palabras y que no se enteran de nada. Aquí hay para todos.
Será que aquí en España no tenemos personajes vergonzosos de los que reírnos, gente en la política que se la presupone culta y que devuelven unas respuestas (por los cerros de Úbeda, como siempre) que no aclaran, solucionan ni hacen de nada. Sólo demuestran lo imbéciles que son y lo imbéciles que somos nosotros. Hace poco leía una entrevista a Miguel Sebastián en 20minutos y tanto las preguntas hechas por el medio como las contestaciones de Sebastián eran irrisorias. De estos personajes, queridos participantes del hashtag no nos reímos, claro, porque es más fácil descojonarse de un Bisbal o de una Esteban, elementos que ya catalogamos como tontos del bote. Lo peor es que estos charlatanes nos están dejando el país en bragas y lo que diga Bisbal, hay que tomárselo como algo anecdótico, mal enfocado pero con buen sentimiento. Ya sois los demás los que os gusta descojonaros de su falta de acierto a la hora de elegir las palabras y colgarle el sombrero de borrico.
En este país andamos sobrados de burros pero unos muerden y otros no.
Es a los primeros a los que tenemos que atacar y de eso, o no nos damos cuenta o es que nos dan miedo, o no nos sentimos capaces, vete a saber tú. Tirar del rabo al burro que no muerde siempre será un acto más cobarde.
4 comentarios:
vale que sea un cruel, pero en realidad es un motivo cómo cualquier otro para hacer bromas. Rajoy también ha sido trending topic muchas veces ( y con razón)
Me parece a mi que es más la oportunidad de hacer el chiste que lo que lo ha motivado en sí lo que le importa a la gente que tuitea, y no hay una intención cruel, al menos en la mayoría de los casos, en ello.
http://traduccion-de-canciones.blogspot.com/
A mi no me parece un comentario tan desafortunado. Sinceramente, es frívolo pensar en el turismo cuando está ocurriendo todo lo que vemos cada día en las noticias. Aunque se terminra la revuelta, Egipto es un país que vive del turismo principalmente. Y este tipo de acontecimientos es ruina para al país a la larga. Cuando estuve el año pasado, nuestro guía que era Egiptólogo -Que espero que esté bien y que no le haya ocurrido nada a él ni a nadie de su familia- nos comentó que cuando ocurrió aquel atentado terrorista en el templo de Hatshepsut de 1997, les trajo varios años sin turismo.
Puede que pensar solamente en que Las Pirámides están poco transitadas ahora es muy frívilo. Lo peor, es que lo seguirán estando un año después de que todo esto termine. Y hay muchísimas familias que viven del turismo.
Desde aquí, mi solidaridad con los Egipcios.
Traducción: Entiendo que Rajoy pueda ser objeto de burlas, pero este chaval que ya todos sabemos lo bruto que es cuando le hemos escuchado en alguna entrevista, no hay que tomárselo tan a pecho ni regocijarse con su falta de cultura. Que tampoco lo es tanto, como indica
Midas, si lo ves desde tu punto de vista, no es nada desafortunado. Es lo que comentaba, quizás las palabras no se han expresado de la mejor manera, pero es cierto que Egipto vive del turismo y estas acciones van a provocar que ningún guiri se atreva a asomar el hocico por esas tierras durante muchos meses.
El problema del enfoque de Bisbal es que lo ha expresado como diciendo "jooo, no hay nadie en las pirámides (lo que es lo más normal con lo que está pasando), a ver si todos vuelven a la paz", como si lo que más le preocupara es visitar las pirámides. Es una manera desacertada de mostrar un buen sentimiento, el cual con un par de anotaciones generales se hubiera aclarado.
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