El 8 de Enero de 1990 salía a la venta el single más exitoso de toda la trayectoria de la polémica intérprete irlandesa Sinéad O'Connor.
"Nothing compares 2 U" era un hit en potencia, un diamante en bruto, una fuente inacabable de petróleo. Escrita por Prince en 1985, la historia de la canción merece un artículo especial, porque aunque todo el mundo era consciente de los méritos del tema, no fue hasta la versión de Sinéad que se hizo realidad todo pronóstico.
The Family fue una banda creada por el pequeño genio de Minneapolis para su sello Paisley Park Records. Sólo publicaron un disco el cual, de las ocho canciones que contenían en un extraño estilo de funk-jazz, siete fueron escritas por Prince y toda la instrumentación (excepto las voces y el saxofón) corrían de su cuenta. Podría haberse tratado de otro album del creador de "Purple rain", visto el grado de involucración en el proyecto (podríamos decir que un 95%), pero quisieron ocultar la trampa dando créditos de autoría a la pareja que formaba The Family, excepto en un tema, "Nothing compares 2 U", canción que ni siquiera fue single de este singular proyecto.
Probablemente, siendo consciente de la grandiosidad de su creación, Prince no quiso quemarse más de lo que estaba y conservó su nombre en la firma del tema, por lo que ésa era su única reclamación artística dentro de The Family, aparte de la producción y la instrumentación, claro está.
Los demos originales de este disco, interpretados por Prince, son un tesoro codiciado por sus acérrimos seguidores, aunque en relación a "Nothing compares 2 U", el pequeño genio, posteriormente al éxito de Sinéad, hizo su propia versión del tema, la cual, para qué vamos a engañarnos, tampoco hacía justicia del gran dramatismo que la irlandesa supo impregnar en su adaptación.
En su planteamiento original por cuenta de The Family, "Nothing..." suena frío, vacío y con ningún carisma. Aunque la letra se mantenía, ese sintetizador que no cesa parece cobrar vida propia e ignorar la melodía principal. Sin olvidarnos de los absurdos "Au, au, au, au" de los coros que borran por completo cualquier atisbo de verismo y buen gusto. La voz masculina tiene un aire a la de Justin Timberlake, sobre todo en su era N'Sync, y el saxofón de la parte media también parece ir a su bola. Muy mala producción la de Prince en este tema, no conseguía captar el tema, lo quiso adornar, añadir melodía a la que ya estaba creada y acabó realizando un desaguisado que sonaba un tanto desuniforme.
Podéis escuchar la versión original aquí:
Había que ser un lince, tener muy buen oído y sobre todo mucha imaginación para que después de escuchar semejante pieza uno piense que aquí detrás, quitando los au au y el saxofón, se escondía el tesoro buscado.
El artífice de tal hazaña fue Fachtna O'Kelly, el manager de Sinéad O'Connor.
Sinéad había publicado en 1987 con el sello Ensign el disco "The lion and the cobra", disco que vendío dígnamente y que incluso la valió una nominación a los Grammy a la mejor actuación rock por una mujer. La discográfica Ensign fue creada por Nigel Grainge, que venía de Phonogram, en colaboración con Chris Hill, la primera persona del sello que pudo escuchar el tema.
Cuando el segundo disco se estaba materializando y Sinéad grabó su versión del tema de Prince, Fachtna se presentó en la casa discográfica con la canción grabada en un cassette. Chris Hill no pudo evitar llorar mientras escuchaba las sentidas lamentaciones que se profesaban en el tema. El manager llamó raudo a Sinéad y le dijo que Hill estaba llorando, ella asustada preguntó "¿Pero es que es tan malo?".
La modesta oficina de Ensign de repente acarició la idea de un éxito mundial, de dinero a expuertas y de reconocimiento por todo el planeta, pero eran conscientes de sus limitaciones. Ni siquiera tenían un retrete para mear, recuerda Grainge.
No podían ofrecerle a Sinéad un jugoso contrato, un acuerdo que la retuviera con el sello, sólo contaban con las buenas intenciones de la intérprete y esperaban que el tiempo en el que habían trabajado juntos fuera suficiente para que ella fuera leal a la empresa.
No hubo problema alguno. Aunque hubo buitres que se lanzaron a por ella (como Bono de U2, que también escuchó la cinta), Sinéad estaba segura de querer continuar con Ensign (compañía que editó discos para Eddy Grant, The Waterboys o World Party) y decidió dejar el futuro en sus manos.
El sencillo video rodado en Paris que acompañaba a la canción es uno de los videos musicales más recordados de la historia (ganador de un premio MTV). Una rapada Sinéad con aspecto monacal interpretaba el tema en un primer plano de su rostro. Según la pena se iba apoderando de ella, las lágrimas brotaban y corrían por sus mejillas, auténticas lágrimas (táctica que intentó repetir Duffy en "Warwick Avenue"). Estas imágenes se sucedían con las menos frecuentes de Sinéad paseando por lo que parece un palacio, ataviada en un austero traje negro hasta el cuello, donde sólo deja ver su cabeza y donde la bella intérprete recrea en gestos las palabras que la atormentan y unos enormes ojos preciosos acaban cediendo ante el dolor.
Cuando los ejecutivos de Ensign escucharon la canción y eran conocedores de que el tema era como tener un billete de lotería premiado, corría el mes de Octubre y hasta Diciembre no se publicó el disco. Imagínense los nervios en la compañía hasta que por fin vieron atado el proyecto y el disco en la calle.
Los resultados fueron asombrosos, cinco semanas número 1 en UK, cuatro en USA y otros tantos números 1 en 25 países... "Nothing compares 2 U" acabó conquistando el corazón de la gente por todos los lados.
Una Sinéad reconoce la libertad después de dejar su pareja. Ahora puede ir a restaurantes de moda, verse con quién quiera, salir todas las noches... pero no puede olvidarle. Nada puede quitarle esa tristeza y conocer a otros chicos sólo le hacen recordarle más, porque nada se le compara.
Cabe señalar la frase en la que dice "All the flowers that you planted, Mama, in the back yard, all died when you went away". Una referencia que Sinéad comentaba que era muy dura para ella y a la vez muy personal. La relación con su madre siempre fue difícil, según argumentaba, e incluso llegó a abusar de ella.
En resúmen, "Nothing compares 2 U", dieciocho años después, sigue siendo una gran canción de amor, una de las más grandes de la historia, y sigue creando dolor en los corazones como la primera vez. Tuvo una merecida segunda oportunidad en la voz de la O'Connor y con la producción de Nellee Hooper, gracias al buen ojo del manager de la irlandesa y a la discográfica Ensign. Merecía la pena recordarla de nuevo, saborearla una vez más, rememorar lo que en ella se relata, nada se puede comparar contigo.
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2 comentarios:
Palabras mayores. De esas pocas veces en las que la versión supera con creces a la original.
A mí en cambio la versión que más me llega de este tema es la que hizo Jimmy Scott. Grande grande grande.
http://www.dailymotion.com/video/xa4vbd_jimmy-scottnothing-compares-to-you_music
Un saludo
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