"Ta-dah" (Tachán en español) llegó triunfante con un "I don't feel like dancin'" que sonaba hasta en la cola de la pescadería, pero el resto de los temas no acompañaba al reconstituyente primer sencillo.
Para cuando "She's my man" aterrizó, el daño provocado por el segundo sencillo, una aburrida balada para dormir a las ovejas (por cierto, ¿las ovejas para dormirse contarán personas?, jeje, hoy estoy reflexivo), los efectos colaterales habían sido fulminantes.
No es cuestión de singles mal elegidos, sino de disco pobre, sin tantos temas buenos como había en el primero. "She's my man" era de las pocas canciones que rescatar.
Su video era un experimento interesante, pero quizás para verlo una o dos veces, no varias, eso nunca. Utilizaba la técnica japonesa Kuroko para rodar imágenes en movimiento sobre un fondo negro haciendo que se produjeran situaciones más allá de la gravedad.
No deja de ser llamativo, pero la canción exigía otra cosa, quizás otro video como el "Take your mama".
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