martes, 30 de octubre de 2012

La brecha del tiempo

Ayer tuve un día extraño. El domingo por la noche estuve viendo unas fotos de algunos años atrás, fotos en las que aparecen amigos, buenos amigos, de los que casi he perdido la pista. Eso me ha hecho ponerme melancólico. He compartido tantos buenos ratos con muchos de ellos, viajes insuperables, risas imparables, que ahora siento que nada de eso se va a volver a repetir. Que la vida nos ha situado en diferentes escenarios y que no vamos a volver a protagonizar otra delirante comedia, de esas que nos hacía sentirnos únicos y especiales. Todo eso me entristeció.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que hablo con mi amigo Sergio? Veo tanta complicidad entre nosotros en los vídeos que grabé en la India que se me hace raro llevar meses sin saber nada de él. Me siento culpable, quizás haya sido yo el que ha decidido separarme del mundo que conocía y quería para abrazar otro en el que me sienta más cómodo. Y qué estúpido he sido pensando que esos mundos no se pueden solapar. Hablo con Nacho, que lleva una temporada con la cabeza asentada, y tenemos los tics de humor de toda la vida, pero no podemos evitar sentir que parte de esa magia se ha perdido porque apenas tenemos comunicación. Y lo extraño. Mucho.

¿En qué momento empezó todo a cambiar? ¿Hay que buscar culpables? ¿Sólo estamos atravesando una racha mala? Espero que sea así, la gente acaba desconectándose poco a poco y para cuando quieres darte cuenta, el cable ya está completamente roto y no hay manera de hacer conexión. Hay gente que sabes que no es así, por muchos meses que pasen. Quedas con ellos y es como si el día anterior fuera la última vez que los vistes. Gente con la que tienes una complicidad macerada por el paso de los años, que te han demostrado estar allí cuando te ha hecho falta. ¿Pero yo he estado allí cuando les he hecho falta? Se abren interrogantes, se formulan preguntas sin respuesta en las que el egoísmo y la pereza, la maldita pereza y falta de constancia, flotan como el aceite en el mar de las amistades. Me siento extraño, estoy a punto de perder gente a la que adoro por la falta de contacto, porque no he sido capaz de centrarme más en ellos, de dedicarles más tiempo.

Es imposible tener tiempo para todo. En mi caso, y tras mi horripilante fin de 2011, me ha costado salir, divertirme, viajar, disfrutar... me he sentido aislado en mis penas, tragándome las miserias e intentando pasar página en un libro donde veía que había muchas páginas que pasar. Quizás haya llegado al capítulo final y me he dado cuenta que me apetece volver a repasar algunas de esas lecturas con sus protagonistas.

Será que el frío y la lluvia despierta en mí sensaciones inusuales. Sea por lo que sea, tengo una cosa clara. Hay amigos a los que querré toda la vida y espero poder contar más con ellos, y que ellos cuenten más conmigo. Esto ha de ser bidireccional. Y por mi parte, quiero intentarlo con todas mis ganas.

"This used to be my playground" es una canción de Madonna que siempre me hace acordarme de todo lo que se queda detrás, y como ayer decía a una amiga, cuando una puerta se cierra, una ventana se abre.

Para todos mis amigos de corazón:



3 comentarios:

JL dijo...

Nadie suele ser culpable de esas situaciones, Ángel. Simplemente se trata de una amistad forjada bajo el yugo de la complicidad en los momentos compartidos y disfrutados. Es una época pasada, como ahora pasáis otra época en la que tenéis asuntos urgentes y obligaciones que atender. Lo importante es no dejar nunca que se apague esa llama, porque entonces la vuelta atrás a veces es muy complicada.

archer dijo...

Gracias JL, tienes razón. La llama tiene que seguir ardiendo, aunque la intensidad decaiga. Lo importante es la intención, contar con que se puede arreglar. Un saludo!!

Adriano dijo...

Y que pasa cuando tú amigo de toda la vida un buen dia pasa de tí y no te llama más ni queda contigo para nada??,poniendo siempre excusas de que no puede,de que no tiene ganas....y luego enterándote de que queda con todo dios para hacer cosas menos contigo......ahí es cuando lo conoces realmente y te das cuenta de que no era tan amigo tuyo en realidad :P

Muere Marie Fredriksson, cantante de Roxette, a los 61 años

Desolados estamos ante la pérdida de Marie Fredriksson, cantante de Roxette. Según informan medios suecos y confirmado por su familia, l...