Un auténtico enigma lo de este grupo, casi como con Burial. No sé quién está detrás, ni cuántos miembros hay, pocas referencias en carne y hueso he visto por hay, eso sí, no digo que no las haya, sino que cada vez que he visto alguna mención de los portugueses The Gift ha sido acompañado de la foto de alguna de sus intérpretes.
Enigmático también es su sonido. Yo he podido escuchar tres de sus singles, a cuál más dispar y diferente. Si con "Music" pretenden imitar a Portishead, con "Driving you slow" le echaban un pulso a los Goldfrapp más disco. No he escuchado aún ese "AM FM" que les puso en boca de todos, pero tengo que animarme a despedazarlo algún día.
"Music" es el tercer single de ese largo y su video no hacían más que ponerlo en Flymusic a todas horas. No me extraña, esa transformación de su intérprete en una virgen y cantando por las calles, con ese aura sublime, en ese altar tan mágico, era una auténtica maravilla. También la canción, que comienza melosa, pausada, taciturna y conforme se va sucediendo se intensifica hasta llegar a un orgasmo sensorial.
Muchos conocen a The Gift por "Music" y muchos acudieron a verles en los frecuentes festivales donde participan gracias a "AM FM". Interesante la propuesta de The Gift, y de Portugal, quién lo iba a decir. Como Sterlin, la música no conoce de fronteras.
Sterlin es un grupo español, nacido de las cenizas de Sunflowers, un grupo que por finales de los 90 consiguieron algún que otro éxito como "Happy birthday", gracias a una oportuna promoción televisiva, pero yo me quedaba con "Bubbles", un himno mayestático. Como Sterlin han publicado dos discos, "The loneliest girl in the world" y "Destroy". El hecho de que canten en inglés tiene su lógica puesto que este estilo de música indie, este sonido alternativo, no tiene muchos adeptos en castellano y si uno ha vivido toda su vida escuchando música anglosajona no tiene mucho sentido que una vez que te sientes a componer algo, salgan temas en español. La música que creas es como la que has escuchado, siguiendo su estela.
Este "Curse it all" fue el primer single de "Destroy" y suena más americano que nunca, evitando cualquier semejanza británica, los Stelin parecen más cercanos a Dylan o Tom Waits que a lo que suena actualmente en las islas. La voz de Adela enseguida os resultará familiar y su rostro puede que también.
El video no tiene desperdicio, interesante y muy bien elaborado, con una estupenda idea de base. ¿Cómo podríamos deshacernos de aquellas palabras que nos dicen y borrarlas para siempre? Hay que destruirlas, por algo ella es "Miss Destroy". Bordadas sus actuaciones también. Es muy complicado hacerse con este video, dado la poca proyección del grupo, pero es más que aconsejable su visionado y por qué no, hacerse con sus discos que son magníficos.
La pequeña islandesa sigue siendo la artista más grande de su tierra (con el permiso de Sigur Ros) y en su última creación y reinvención, volvió por una parte a sus raíces y "Volta" dejó a todo el mundo noqueado. Tanto como nos sorprendió que Alanis versionara el "My humps" nos pudo dejar atónitos el detalle de que Björk fuera a hacer algunas canciones junto a Timbaland (cuando aún el gran gorila maguila no estaba en la sopa, que no se crea Madonna que está descubriendo América contratando a Timbaland). Una unión tan inverosímil como la morcilla de Burgos y el chocolate belga, pero que después de escuchar "Earth intruders" le sacamos algo de coherencia (Sin embargo, con el "4 minutes" de Madonna sigo sin saber dónde está el truco).
Era rotundo este single de "Volta", Björk volvía a usar instrumentos tras su experiencia "Medulla" y lo hacía presentando una sonora percusión y ritmos africanos, que por si acaso alguien lo dudaba, iban a aparecer en su clip bailarines de este continente bailando al son frenético de este temazo. Todos lo recibimos como el gran regreso de la diminuta genio y "Volta" vendió aceptablemente, pero enseguida se desinfló en las listas y no fue capaz de cautivar una nueva generación de fans, quizás recuperó a algún infiel, pero poco más.
Se lleva anunciando desde hace un tiempo el regreso de la canadiense Alanis, parece que no acaba de llegar aunque hace unos meses se filtrara el primer single y su correspondiente video, donde se daba un chapuzón revitalizante. El último disco que nos ofreció fue esa relectura en versión acústica de su primer e inigualable obra, "Jagged little pill", la cual fue vapuleada por crítica y público y ha acabado enturbiando el impoluto curriculum de aquel disco de vanguardia, que tantas puertas ha abierto al rock femenino.
Sorprendidos nos quedamos todos cuando nos enteramos que Alanis iba a realizar una versión muy particular del éxito "My humps" de los Black Eyed Peas. Una versión a piano, muy dramática, conceptual y crítica, donde su reflejo más ácido se podía observar en este videoclip, también imitación del original del grupo de la neumática Fergie.
Alanis canta con pasión, pero con cierta dejadez esta pieza, que nadie podría identificar con la original. En el video ironiza con la idea de la chica que se mueve por el dinero, joyas y enfatiza el girl power que tan riduculamente quedaba expuesto en su video original. Siempre nos llamará la atención la dedicación de Alanis y el tono tan melancólico mientras entona "My humps, my humps...". Versiones así sí son bienvenidas.
Como nota curiosa, comentar que en su momento fue el video más visto en youtube, todo un éxito. Hay que reconocer que la versión es, ante todo, llamativa.
BBMak fue una de las tantas boybands que aparecieron a finales de los 90 y que pasaron un tanto desapercibidos. Entre sus miembros parecía que había mucha rivalidad, eran varios los intérpretes y varios los compositores y siempre intentaban que en el encuadre entraran todos. Aún así, sólo resistieron dos discos, de un correcto blandipop, mejor en su vertiente rockerilla americana del segundo que en el pop chicloso del primero. Temas como "Out of reach" o "Sympathy" merecerían mejor suerte, o este "Staring into space" que firmaba Guy Chambers ("Angels" de Robbie Williams y todos sus éxitos). Ellos tenían su atractivo y parecían menos ñoños que muchos que rondaban por entonces o que siguen haciéndolo ahora (como Backstreet Boys), aún con esas, la tierra se los tragó, empezaron carreras en solitario y nunca mais desde entonces.
Debieron quedarse sin nada más que decir por mirar tan fijamente al espacio.
Este video es algo difícil de conseguir, incluso en la wikipedia no mencionan que este tema hubiera sido single e ignoro si en el youtube aparecerá.
El single olvidado del "Arquitectura efímera" fue este "Nadie mejor que tú". Uno de los temas con reminiscencias más rockeras que se podía escuchar en ese disco, quizás demasiado duro para el sonido electrónico de Fangoria, pero que rebosaba potencia y energía por todos los costados. La sobria producción de Jean hace engrandecer el efecto y a su vez hacerlo escueto, reforzado con ese corte instrumental del final, que muy favorablemente han querido mantener en el videoclip también. Además, en dicho video, incluído en la edición especial junto a varios inéditos más, podíamos ver a Marta Sánchez como protagonista absoluta del mismo. Muy guapa, con una acertada imagen en blanco y negro, la madrileña se colgaba una guitarra y emulaba a Alaska con precisión y coquetería, sino juzguen por vosotros mismos. La lástima es que la pobre Marta no tenga en su repertorio una canción tan potente como está...
Totalmente entendible todo el éxito obtenido por este proyecto del Led Zeppelin Robert Plant y la reina del bluegrass Alison Krauss, una combinación que a muchos nos hizo fruncir el ceño, nos parece mágica ahora que los escuchamos en este "Raising sand". Sus voces producen un efecto hipnótico en estas melodías olvidadas de los sesenta, desde temas de Gene Clark hasta incluso alguno de Led Zeppelin. Aún necesitaría varias escuchas más, pero por ahora, me ha parecido espléndido el álbum y ese éxito mundial (#2 en UK y USA) me parece más que razonable. "Killing the blues " o "Please read the letter" se vuelven espléndidos en su estilo, bordado por la producción del reputado T-Bone Burnett (productor del "Motherland" de Natalie Merchant, entre muchos trabajos). Ese aire ensoñador del "Motherland" de la Merchant se respira en "Trampled rose", pieza que parece extraída de tal disco, que la suave voz de Krauss rememora a la de la Merchant.
Un gran disco, una gran e inesperada colaboración.
El grupo dance Basement Jaxx siempre ha realizado unos videos notables, como aquel que la Reina de Inglaterra despistaba la vigilancia y se iba de marcha por ahí, robando en tiendas y se metía en un club de strippers. Inolvidable. Aquí, en "Take me back to your house" no se quedan atrás en originalidad. La pobre protagonista de esta historia se encuentra en una cantina de la antigua Unión Soviética, esperando a que alguno de los orondos clientes pueda llevarle a su casa (genial el puntazo del guardarropía, con la mujer sacando prendas sin parar). Los rusos, mientras tanto, se contentan bailando el tema para combatir el frío mientras hacen piruetas y tocan instrumentos asombrosos, como esa mandolina triangular enorme que en su interior alberga otro guitarrista. ¿Conseguirá nuestra protagonista su propósito y alguien la acercará a su casa? Divertido, original y auténtico. Altamente recomendable:
Queda poco para el esperado nuevo álbum de los zaragozanos y mientras tanto nos presentan la versión del mítico "A hard rain's a gonna fall" de Dylan, requeteversionado por gente como Rufus Wainwright, pero que en español es toda una primicia.
Correcta adaptación, buenas rimas conseguidas respetando el mensaje original, aunque la parte del estribillo quede un poco forzada.
No sabemos si formará parte del nuevo disco, probablemente se incluya como un track adicional, pero eso sí, no es el gran regreso de Amaral, simplemente es la sintonía para la Expo de Zaragoza... todavía queda lo bueno, llegará la tormenta.
Beth Orton sigue siendo una de las artistas más interesantes del panorama internacional, siempre con algo que decir, con ese puntito de originalidad que la hace destacar sobre las demás artistas femeninas de su clase. Así lo demuestra en "Shopping Trolley", un tema automático directo a quedarse en la cabeza y no parar de tararearlo. Pero aquí tenemos que hablar del video, del genial video que se ha currado la señorita Orton. La pregunta es ¿Podríamos desprendernos de todas nuestras posesiones materiales y alejarnos del mundo para vivir en la naturaleza? ¿Hasta qué punto los objetos más banales que tenemos están implicados en nuestra existencia? Estas cuestiones son las que se plantea Beth en este video, uno de los mejores del 2007. Un día, harta de la vida, decide abandonar su hogar e irse a vivir lejos, en un bosque, aislada de todo, pero sus objetos personales, los muebles, sus posesiones, se resisten a dejarla ir sola, así que deciden acompañarla hasta donde ella se vaya. En su larga caminata, a Beth le sigue su lampara de salón, su radiador, sus sillas... Da igual, ella quiere estar sola.
La holandesa más exitosa del país publicó recientemente disco nuevo, con el chulesco título de "Who's your momma?". Otro número 1 que engrosar en su currículo dentro de sus Países Bajos queridos. No olvidemos que allí ella es como una diosa y todo lo que lanza lo sitúa en lo más alto. Ella es una profeta en su tierra (ese dicho tiene muchísimas excepciones, más que acepciones, diría yo). "Good God" no suena a Anouk, al menos no a la Anouk que conocemos nosotros, no a la Anouk que llegó a España con ese mazazo que era "Nobody's wife". Ha cogido el calendario y ha echado varias hojas para atrás hasta situarse en ese sonido funk, soul, de Aretha Franklin, aunque algunos pensarán que quiere parecerse a la Winehouse. Aunque el mérito no es de la Winedrughouse, sino de las que vinieron antes, básicamente. Ella sólo explota un estilo, como aquí hace tan ricamente Anouk. Producido por Glenn Ballard (Alanis, No Doubt...), este "Good God" es una descarga de adrenalina que encima se nos presenta en formato de video colorista y con una Anouk un tanto despendolada. Pena que se quede atrapada en su Holanda por los diques, porque merece más atención en el mercado internacional. Juzguen por ustedes:
Cuando nos encontramos con una artista tan prolífica como Cher, que además ha defendido su carrera paralela como actriz con orgullo y éxito, y que para más inri ha aprendido a mantenerse al margen de cualquier síntoma de intromisión pública (por lo menos en la última década), es difícil hacer una comparación de un disco suyo con el resto de su discografía.
"It's a man's world", título que podría resultar una rendición al machismo proliferante y evidente, fue su vigésimotercer disco, publicado en 1995. Fue el último disco antes de despellejarse su propia piel como un lagarto, en ese proyecto discotequero cuna del vocoder que fue el "Believe".
La serenidad, la plenitud y la conformidad con la vida y con la música es lo que se refleja de este disco, que sin haber escuchado los 22 discos previos, podría decirse que destila una uniformidad, un acuerdo mutuo entre los temas, que al menos, en sus discos posteriores no se puede apreciar. Todos los temas presentados aquí forman una hermandad digna, cogidos de la mano vamos recibiendo relecturas de clásicos junto a las muy pocas creaciones originales.
A pesar del hecho de trabajar con varios productores, que tirando de curriculum podrían chocar al oyente más avispado, han conseguido mantener una coherencia plausible que en pocos casos recientes se pueden ver, aunque ha habido intentos, desde refritos de Céline Dion hasta horribles revisiones por parte de triunfitas con pocas cosas que ofrecer, como Soraya (que me perdonen su mención en el blog).
Porque "It's a man's world" confluye nada menos que diez covers en un disco de catorce temas. Temas de Tina Turner ("Paradise is here"), James Brown ("It's a man's man's man's world"), Don Henley ("Not enough love in the world"), Bonnie Raitt ("I'm blowin' away") se suceden aquí con un mismo hilo conductor.
Por otro lado, la estupenda voz de Cher, elegida para interpretar este tipo de rock soul y soft rock, que no la música disco que nos intentó vender. Ese tono andrógino que parece salir directamente de los pulmones, como si el micrófono estuviera dentro de su garganta, alcanza su punto de ebullición en "Paradise is here", "I'm blowin' away" y la rocky "Don't come around tonite". Acertadamente acompañada por grandes voces corales como en "Walking in Memphis" (en este caso, un coro gospel)o "Shape of things to come".
Imagino que la homogeneidad del producto resultante ha sido un trabajo de equipo. Que Trevor Horn (Seal), Christopher Neil (Céline Dion), Stephen Lipson (Annie Lennox)y Greg Penny se reunirían previamente para llegar a la conclusión de que todo debería formar un conjunto, nada de que esto parezca un recopilatorio, donde se han limitado a juntar canciones cantadas por la misma y que así el oyente tiene una disparidad precisa para incluirla en la megafonía de un parque acuático. Supongo que nadie podía mear fuera del tiesto, que aunque se mantuviera la identidad de todos ellos (es evidente que "The shape things to come" la firma Horn), el disco debería expeler la misma fragancia.
Y es una fragancia austera, suave, envolvente, compacta y calculada. Ese suave rock que quiso fecundar Cher aquí tiene sus puntos álgidos en "I wouldn't treat a dog" o "Don't come around tonite", canciones que podrían sonar perfectamente en bares de carretera de Texas, cien por cien americanas. Luego el pop más cercano se deja entrever en la hermosa "Angels running" o "What about the moonlight?" (el pop era la misión de Neil) y los leves toques de una caja de ritmos un tanto pasada de moda aparecen en "Walking in Memphis". También cabe destacar ese "One by one" del que se hizo un remix ocasional (quizás de ahí que Metro la convencieran para el "Believe") y el famoso "The sun ain't gonna shine anymore" de Frankie Valli (el mismo de Grease) y que nuestro diamante de bruto, David Bisbal, se atrevió a aniquilar sin piedad años atrás. Melodías que se enseñan al primer vistazo, se mezclan con otros más aparentes, como "The gunman", el más introspectivo del disco, pero el más evocador. Cuando Cher declama "I'm waiting for the gunman", casi podemos notar el pelo de la nuca erizándose.
En ventas no le fue muy bien, un millón de discos vendidos, aunque mejor que con el "Livin' proof", la continuación de "Believe".
Otro hecho a mencionar es el artwork del disco. Eso de salir en portada como Eva con la serpiente y la manzana, ¿qué relación tiene con el album? ¿Y las fotos del interior luciendo diferentes pelucas? ¿Y la ausencia de las letras, del apartado de las gracias, de todo lo que da un poco de sentido a un booklet? Un poco cutre, sinceramente.
Por oto lado, este rock de etiqueta y con vestido largo es el terreno donde mejor se desenvuelve la americana, que ya tiene 62 años y que desde hace una temporada nada se sabe de ella, aunque hay rumores fehacientes de que en este 2008 saca nuevo disco. Por eso, este terreno es el que, en mi modesta opinión, debe seguir explotando para ese disco en programación.
El mejor tema: "One by one" (cover de The Real People) El más flojo: "I wouldn't treat a dog" (se aleja demasiado del pop del resto)
Por fin el segundo de The Kooks, que tenían la difícil misión entre manos de superar las grandes críticas y éxito de ventas del primero. No sé si habrá temazos como el "Naive", pero parece que la fórmula sigue intacta, los ingredientes son los mismos. Repetimos receta:
Genial la portada, porque si horrendo es el contenido que parece que va a tener el álbum, la portada representa la chapuza con la que la ambición rubia nos piensa deleitar. ¿Pensaban que el "Blackout" de la Brisni tenía la peor portada en años? Acaban de robarle el título...
Calentito os dejo el nuevo album de R.e.m., o Rem, para que sea más fácil. Su decimonosequégésimo album de su carrera, que anda que será por discos en el mercado.
Y ahí siguien, con las pilas cargadas, parece que después de ese sedante que era "Around the sun", Jacknife Lee, el productor, les ha revitalizado el cuerpo con bebidas isotónicas y vuelven más agresivos que nunca.
Casi como con el "Monster":
1. Living Well Is The Best Revenge 2. Man-Sized Wreath 3. Supernatural Superserious 4. Hollow Man 5. Houston 6. Accelerate 7. Until The Day Is Done 8. Mr. Richards 9. Sing For The Submarine 10. Horse To Water 11. Im Gonna Dj
Una larga carrera de quince años arrastra la cantautora de Mississipi, Garrison Starr y varios discos en el mercado.
En 1997 publicó en la discográfica Geffen el disco "Eighteen over me", donde se incluía su canción más conocida "Superhero", pero no llegó a cumplir las expectativas esperadas y Garrison tuvo que buscarse la vida por su cuenta.
Y no le ha ido nada mal, porque sus dos últimos discos están cosechando críticas unánimes, catalogándolos como de lo mejor que ha salido en la escena femenina de "songwriters" de los últimos años, publicando aquellas canciones que ya quisieran para sí gente como Sheryl Crow o Jewel.
Sólo hay que escuchar "Big enough" o "40 days" para entender a lo que se refieren. La carismática voz de Garrison, a medio camino entre Patty Griffin y la Crow, es su mejor arma, pero es la intensidad que consiguen evocar sus composiciones la que no tiene precio.
"Sing it like a victim" es un recopiltario no oficial que incluye los mejores temas de sus dos últimos discos, "The girl that killed September" y "The sound of you and me". El primer disco que he nombrado no se encuentra en ningún lado de la red, inexplicablemente, así que atención porque es una auténtica reliquia hacerse con él.
Son 13 canciones:
01 - Pendulum.mp3 02 - 40 days.mp3 03 - Spectacle.mp3 04 - Beautiful In Los Angeles.mp3 05 - Sing It Like A Victim.mp3 06 - Byhalia road.mp3 07 - Big Enough.mp3 08 - Let Me In.mp3 09 - Understood.mp3 10 - The girl that killed september.mp3 11 - Stay home tonight.mp3 12 - Cigarettes And Spearmint.mp3 13 - Brightest start.mp3
Para los amantes de gente como Brooke Fraser, Sheryl Crow, Sarah Mclachlan, Missy Higgins, Sara Bareilles, etc....
Abróchense los cinturones que se aproxima la mayor catástrofe jamás sucedida en los más de 25 años de carrera de la gran e imbatible Madonna. ¿Cómo puede ser eso? Hay varios factores que apuntan a que va a ser así, pero es que su obsesión enfermiza por conquistar el mercado americano (no nos cabe otra respuesta) ha llegado a tal extremos que al final va a acabar quedándose de nuevo en un punto de inflexión difícil de enderezar, como ya le ocurriera con su disco "Erotica".
Por aquella época, el fracaso de ese disco producido por Shep Pettibone, que venía de escribirle el famoso "Vogue" no se debe a que el disco fuera malo. Todo lo contrario, se trata del mejor disco pop de toda su carrera. La crisis, como muchos recordarán, se debía a los muchos excesos de la de Chicago. Libro de desnudos gratuitos y pornográficos, comentarios escandalosos, presentaciones en pases de modelos con los pechos fuera. Todo el mundo se llevó las manos a la cabeza por la desvergonzada Madonna y fue censurada en tres cuartas partes del mundo.
Con todo, consiguió reponerse unos años más tarde cuando junto a William Orbit publicó el maravilloso "Ray of light". Fue después de ese "Erotica" que la Ciccone contrató a los productores de moda de aquella época (Babyface, Nellee Hopper, Dallas Austin), quizás en un momento de desesperación y de necesidad imperiosa de recuperar su status.
Quiero recordar ese momento de su carrera porque ahora pretende repetir esa jugada. Si de algo se ha caracterizado siempre Madonna ha sido por encumbrar a productores desconocidos que junto a ella han creado grandes discos. Mirwais, Stuart Price, Patrick Leonard, William Orbit... y tantos otros. Ella ha ido por delante, intentando y consiguiendo innovar y sorprendiendo a ese público que la ha apoyado a lo largo de todas sus metamorfosis.
"Confessions on a dancefloor" sería un album dance muy facilón, pero mantenía su estilo y su coherencia. No hay que olvidar que el "Hung up" ha sido el mayor éxito de su vida. Que haya desechado a Stuart Price para este nuevo album, "Hard candy", no ha quedado todo claro. Quizás sea la falta de originalidad del inglés que hace que todo lo que toque suene igual. Pero esta alternativa no tiene cabida cuando va y contrata a Timbaland, que hace exactamente lo mismo. Todo lo que pasa por sus manos acaba teniendo el mismo soniquete rayante, tan carecterístico de él.
Podríamos darle un voto de confianza, no hay que ser tan determinantes con Timbo. Pero no, lo que hemos escuchado de "Four minutes", primer single de "Hard candy" es lo más horroroso que alguna vez se haya escuchado de Madonna. Aburrida, repetitiva, da dolores de cabeza, a ella no se le escucha, sólo a Justin Timberlake y sin melodía alguna. Creo que la hostia que se va a dar con esta canción se va a escuchar hasta en el polo norte. Podrá ser la hecatombe de su carrera, el principio del fin. Aunque acortaron el engreído título de "Four minutes to save the world" a "Four minutes", el tema sigue siendo horripilante. Una pesadilla. El resto del disco tampoco es que nos consuele, con Pharrel Williams por allí metido produciéndole casi todas las canciones. Juntos ya hicieron el "Hey you", esa versión benéfica del tamborilero.
La única explicación posible a este suicidio artístico es el intento desesperado de conquistar el mercado americano, que desde años se le sigue resistiendo, aunque sus ventas ya las quisieran muchos, nada desdeñables.
El hueco que deja Madonna está más que ocupado en estos momentos. Es algo inexplicable, alguien con una trayectoria tan calculada como la suya que pueda llegar a sacar tal bochornosa canción, no me cabe en la cabeza. Tampoco creo que los americanos se vuelquen con ella.
Tiraron la casa por la ventana para la realización de este video. Belicoso pero lleno de color, "Together" puede ser el mejor video de la italiana. La canción, llena de riffs rabiosos de guitarras y un estribillo arrollador, pretendía encumbrarla a la primera línea del panorama internacional, pero lo único que hizo fue asentar la buena posición de la que goza en Italia.
Extraído de su último album de estudio, "Pearl days" es una buena demostración de lo que es capaz de hacer, además, en manos de Glen Ballard, productor de No Doubt o Alanis Morissette.
La reunificación de INXS, incluyendo cambio de aires con cantante nuevo, ya sabemos todos cuál fue el destino del pobre Michael Hutchence, puede que no produjera los frutos deseados. Es más, seguro que muchos no sabían incluso que habían sacado un disco. Uno repleto de melodías prefabricadas y listas para quedarse en la materia gris de nuestras cabecitas locas.
Como segundo single optaron por este "Afterglow", la gran balada de "Switch", escrita por Desmon Child, productor de Bon Jovi o Ricky Martin y escritor de cancioncillas que apenas despuntaron como "La copa de la vida" del señorito Martin.
Producido por Guy Chambers, alma máter y mayor responsable del éxito de Robbie Williams (la decadencia de Williams coincide con el momento en que dejaron de trabajar juntos), "Switch" no pretende descubrir nada, pero tampoco engrandece nada. "Afterglow" es una balada escuchable, con su imprescindible subida de ritmo y bajada final, para cautivar a las masas de fijaciones rápidas.
Esperamos una continuación, muchachos, pero con algo más de contenido.
