Hoy es el día en que por fin tenemos el nuevo disco de Robyn en el mercado, aunque ya se filtrara ayer, de nombre tan ininspirado como es "Honey".
Lo primero que nos llama la atención es la horrorosa portada que tiene. Una foto que parece sacada de la época del "With every heartbeat" (si veis fotos más actuales de Robyn, apreciaréis que como es normal, los años se la notan) en un fondo rojo hecho vagamente con Photoshop, ni quiera un degradado, y lo peor de todo, esa tipografía horrenda y cutre. Le aporta un abaratamiento al producto que no le conviene nada, haciendo poco deseable el contenido.
Después el track list. ¿Nos tienes 8 años esperando para sacar un disco con 9 canciones? Yo pediría el libro de reclamaciones ipso-facto. Confiemos en que al menos, sean nueve buenas canciones y que no haya relleno, que ya sería el colmo. Aún así, qué mínimo que grabar 10 a la vieja usanza.
Todo apunta a que a pesar del tiempo transcurrido, ha habido una urgencia inusitada, como si el plazo de entrega extuviera a punto de expirar, para sacar material nuevo. No es un retorno de Robyn a lo grande, ni mucho menos. Ella se ha encargado, con esa portada para olvidar, y una escasez de composiciones nuevas, en desinflar las expectativas.
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