sábado, 27 de octubre de 2018

Counting Crows - Sullivan Street - La calle que todos conocemos



Esta canción de Counting Crows de la que quiero hablar hoy se llama “Sullivan Street”.
¿Dónde está esa calle? Aunque realmente existe, y seguro que hay unas cuantas que tengan ese nombre, aparte de la que yo conozco y que luego hablaré de ella, se trata de una calle imaginaria que todos tenemos en nuestras cabezas.

Es el lugar en donde terminan viviendo las relaciones pasadas y fracasadas. Seguro que algunos tendrán una calle tan larga como la Gran Vía de Madrid, otros cortita pero hermosa, como puede ser la calle del Codo, también en Madrid. Allí se encuentran sus hermosos rostros, los cuerpos que una vez abrazamos, los planes de futuro tan deseados, los buenos momentos compartidos y los malos ratos que tanto nos afectaron…

Nosotros somos los arquitectos de esa calle. A unos les hemos construido mansiones, auténticos palacios que de vez en cuando nos gusta seguir visitando, otros seguro que no se merecen más que una chabola. Cada persona decide cómo es la casa de la persona que acaba viviendo allí.

Recuerdo estar en Nueva York con mi pareja, cerca de una plaza con un parque en el centro, y ver en una placa el nombre de esta calle, “Sullivan Street”. Irremediablemente me acordé de esta canción y sentí lo mismo que le rondaba a Adam Duritz, el cantante de Counting Crows, cuando la escribió: Esta relación sentimental tiene que terminar.  

Nueva York para muchos es la ciudad más fascinante del mundo, y no sentir ninguna excitación porque por asuntos completamente externos a nosotros, sabes que no deberías estar allí, por lo menos no en ese momento de tu vida, todo esto es una experiencia muy desagradable que ojalá no vuelva a repetir.

No estaba en el mejor modo anímico, y por más que intenté que mi humor mejorara, la impotencia de no poder hacer nada y el dolor mental que me invadía eran superiores a mis deseos de intentar hacer el viaje lo más llevadero posible.  

Ahí es cuando sentí la impotencia de la distancia, la poca utilidad que tienen en ciertos casos las llamadas de teléfono. Quería estar en casa, regresar y asegurarme viendo con mis propios ojos que todo estaba bien. O que al menos no estaba tan mal como sospechaba.

Mientras, me sentía ahogándome en el mar, arrastrándome a lo más profundo, llegué a una conclusión que se manifestó en mí como una revelación: “no puedo seguir con esta persona”. 

¿Cómo puedo continuar con una persona que parece tan ajena a lo que me está sucediendo?
¿Cómo puedo seguir con alguien que mientras yo estoy llorando sin parar, mientras hablo con mi familia, sigue durmiendo a mi lado tan plácidamente?
¿Cómo ignorar ese abrazo que no me ofrece, cuando más falta me hacía?




Dicen que el dolor te hace fuerte, y en épocas duras, tomar decisiones de ese calibre es más fácil de asumir. Realmente fue así.
Quemad todas mis naves, que ya soy inmune al sufrimiento y no me aflijo mientras observo cómo se hunden.  Era tan tremendo lo que estaba atravesando, que un poquito más de dolor no me iba a afectar.

La rabia que me atenazaba por dentro, mi irascibilidad, la furia de la situación no pudo ser atenuada por nadie, pero creo que si nuestro comportamiento hubiera sido otro, si el afecto y el cariño hubieran estado presentes de una manera extraordinaria como requería el instante, mi experiencia no la recordaría tan negativamente.
Así que la falta de consuelo y empatía que mostró mi pareja por la situación que estaba atravesando fue el detonante para mandarlo derecho a Sullivan Street.
La aparición de esa calle me hizo ver la realidad, como una sonora bofetada, afrontar los hechos y actuar en consecuencia.

En esta intensa balada, la mejor del disco debut de los Counting Crows, “August and everything after”, Adam nos cuenta la historia de una relación que marchaba sobre ruedas, hasta que la madre de ella se fue a vivir con su hija. Esta mujer era extremadamente católica y no permitía que su niña durmiera fuera de casa, por lo que Adam estaba constantemente llevándola de vuelta a casa, a veces a altas horas de la madrugada, cayéndose dormido al volante. No entendía cómo podía permitirlo.  
La chica vivía bastante lejos, por lo que esos viajes cada vez se hacían más pesados, sintiendo además la frustración de la situación, ya que la hija no quería hacerle frente a su madre.

De camino a casa, recuerda pasar por el río, atravesar la ciudad, vislumbrar las sombras que caen en los sitios que han estado visitando juntos… pero reconoce que muy pronto todo eso se acabará.

Ella le está haciendo sufrir, se ha entregado a la voluntad de su madre y él está empezando a ahogarse con ella por la situación, planteándose el futuro que le espera.

Así lo reconocía en un concierto en el que interpretaron la canción, en donde Adam habló largamente de la historia que hay detrás de esta calle. 


"I had this girlfriend who lived in San Francisco

I lived in Berkeley

She lived on the far side on San Francisco and

Her mother came out to live with her from from New York

and her mother was really, really, really catholic

and so she could never stay at my house

We have to take her home every night

It was a long drive all the way from the hills of Berkeley 

down to the freeway and on to the bridge and across the bay into San Francisco

She lived on the far fu**ing side of the city 

and every time I drove back I had to let her go and you know 

It's like on top of everything else

I had to let her go  

I can never have stayed

She could never stay

and I don't know one day 

I just had this, I get this feeling lot

I think I wrote a bunch of songs about it

Just knew it wasn't going to last much longer 

Not that i wasn't in love with her

and it was even after her mother got the f**k out of town 

but I was thinking a lot about those drives

because I started thinking one day it was just going to be over soon 

I don't know for me sometimes it doesn't matter how good it is 

It's s just going to be over soon so

I wrote this song

I don't know why I called it what I did  because 

I didn't leave anywhere near any place named this but 

I wrote a song called Omaha I never been there before  in my life 

When we  first toured in Omaha the mayor tried to gives me the key to the city

I was so embarrassed that I didn't go 

I could have had these hug f**king now  but I don't got it

But this is a song about something matters and you just know it is going to go 

and it is about someone name Susan

I don't' know where she is now but it is called Sullivan Street"
 



Así que cada uno transforma este sitio y lo frecuenta a su antojo. A mí no me apetece edificar más en ella, pero quién sabe si pronto tendrá nuevos vecinos....










LYRICS


Take the way home that leads back to Sullivan Street

'Cross the water and home through the town

Past the shadows that fall down wherever we meet

Pretty soon now, I won't come around


I'm almost drowning in her sea
She's nearly falling to her knees
Take the way home.

Take the way home that leads back to Sullivan Street
Where all the bodies hang on the air
If she remembers, she hides it whenever we meet
Either way now, I don't really care
'Cause I'm gone from there

I'm almost drowning in her sea
She's nearly crawling on her knees
She's down on her knees

Take the way home that leads back to Sullivan Street
Where I'm just another rider burned to the ground
Come tumbling down

I'm almost drowning in her sea
She's nearly crawling on her knees
It's almost everything I need
I'm down on my knees
I'm down on my knees

Muere Marie Fredriksson, cantante de Roxette, a los 61 años

Desolados estamos ante la pérdida de Marie Fredriksson, cantante de Roxette. Según informan medios suecos y confirmado por su familia, l...