martes, 30 de marzo de 2010

Ricky Martin - Bendecida homosexualidad



La noticia del día, sin duda alguna, es la salida del armario del cantante portorriqueño Ricky Martin. Ahora llegarán los modernos y guays diciendo que menuda noticia que un cantante confiese ser gay, pobres ignorantes. Hoy por hoy, y a pesar de todo lo que se ha avanzado, estos acontecimientos todavía ocupan titulares y se hace eco de ello en todos los medios porque hoy por hoy, sigue siendo noticia, algo inusual.

Hay muchos tabús que superar y la normalización absoluta todavía es utópica, más para un cantante que ha movido un sector femenino considerable como el guaperas Ricky Martin.

Como bien dice él mismo, gente allegada le aconsejaba no decir nada, que lo único que iba a conseguir era perder todo por lo que había trabajado y por eso decidió seguir adelante, en su silencio.
Aunque la confesión pilla a Ricky en horas bajas de éxito, seguramente su popularidad no se verá mermada un ápice, es más, hay una extraña devoción hacia artistas de declarada inclinación homosexual o con aparente ambigüedad, y esto ocurre desde varias décadas atrás.

Gente como David Bowie, Freddie Mercury, Mick Jagger o Elton John han provocado reacciones de todo tipo pero rara vez de rechazo porque sean así o asá. Hacía mucho tiempo que no teníamos un "outing" en condiciones (el último, en otro orden de popularidad, el del cantante de Vampire Weekend) y la valentía de Ricky Martin debería servir de ejemplo para que otros muchos que por ahí pululan y de los que sabemos a ciencia cierta de qué pie cojean, se atrevan a llamar a las cosas por su nombre. Parece que en vez de avanzar con nuestras mentes clasistas y tradicionales, continuar una evolución, estamos construyendo una sociedad cada vez más conservadora donde el que se salte las normas establecidas sea apuntado con el dedo y marginado inquisitoriamente.

Sea por miedo, por cobardía, por no querer decepcionar a tus seguidores, nada de esto es defendible ante el hecho de engañar a un público que sospecha y que conoce. Porque dicen que no hay que vender tu vida privada, estamos de acuerdo, pero gente como Alejandro Sanz o Miguel Bosé ha estado jugando a la doble cara cuando les ha interesado. Ahora no quieren vender su intimidad y dicen ofendidos que a nadie le interesa si les gusta la carne o el pescado, podría ser, pero tampoco hay que engañar a las personas defendiendo una pose que no es.

Ahora mismo, Ricky Martin se merece todo el respeto del mundo y mucho más, por su acto heroico y valiente. Y encima publicándolo en su página web oficial. Con dos huevos.

Leyendo su comunicado, omitiremos sus analogías hacia seres de luz que son sus dos hijos adoptados o sentirse bendecido por ser homosexual, por ser como es, en lo que parece una confesión con un rollo de tríptico de caquetesis que da un poco de repelús. Ricky ha querido ser honesto con el mundo y sobre todo, con sus fans, porque no hay que olvidar que ha sido un producto mediático de grandes dimensiones allá por los 90 y su música sobre todo iba dirigida a un sector femenino. De Ricky se ha explotado una imagen sexy y provocativa que volvía locas a las quinceañeras de aquella época, que soñaban con él y le idolatraban. Todo hubiera sido muy diferente si desde el principio se hubiera sabido que es gay, eso lo sabe el numeroso equipo de marketing que le llevaba. Esas canciones dirigidas a mujeres, "She bangs", "Maria", Livin' la vida loca", ahora sonarán algo ridículas en su boca, pero un cantante también es un actor, al que se le ponen palabras que puede no compartir.

Ha dado un pasito palante contando la verdad que muchos ya sabíamos porque la rumorología con él se había cebado. Un punto a su favor. Los homosexuales hemos de aceptar nuestra naturaleza sin ningún tipo de condición y dejar de tener ese estúpido miedo al rechazo que muchas veces nos condiciona a quedarnos en nuestro agujero.
Quien quiera estar a tu lado ahí va a estar, te guste lo que te guste. Hay que ser franco y leal, empezando por nosotros mismos. Eso sin mencionar, como en el caso de Ricky, que todo el mundo se lo imaginaba, que muchas veces es decir un secreto a voces, pero para esas personas que tienen miedo de disgustar a amigos o familiares, aún sabiendo que ellos ya lo intuyen, aceptad vuestra naturaleza y te sentirás liberado.

Con la verdad por delante, con honestidad y valentía.

Muy bien, Ricky, gracias por pensar en mí.

lunes, 29 de marzo de 2010

Críticas Prestadas: Pet Shop Boys



EP3 (El País) - Pet Shop Boys "Pandemonium": 3.5/5 Estrellas

La Inglaterra del pop les debe más que la reina y Lady Di juntas. De hecho, son una especie de exposición itinerante de pop art tridimensional. El dúo sabe tratar su repertorio con inteligencia e ironía, y este directo hace que el aluvión hits nunca sea pura rutina. Quizás no sea lo mejor que han hecho en directo, quizás la voz de Tennat suene cansada ya, pero es un placer recibirles una vez más.

Cuando un crítico especializado como Rafa Cervera tiene que compactar toda una crítica de un disco en directo de los Pet Shop Boys en las diminutas columnitas de EP3, tiene que provocar hastío e impotencia. Tantas cosas que querríamos decir y que, por espacio, no podemos. Me quedo con las ganas de saber en su opinión, qué directo les gusta más, porque sólo podríamos compararlos a ese DVD que sacaron hace años. Si mi memoria no me falla, únicamente lo podemos relacionar con el "Concrete" del 2006. Pensemos que se refiere a las giras en sí y no a las publicaciones...

"Pandemonium" llega en un momento muy dulce para los Pet Shop Boys, después de volver a aglutinar en su favor a la crítica especializada con lo último que han hecho, "Yes" y de haber recogido positivas referencias con esta gira, "Pandemonium", así que era el colofón para una temporada excepcional, algo manchado por sólo un #29 en las listas de UK.

Este es el trailer que presentaba la gira. Han resucitado a los Parchis para hacer de bailarines y coristas. ¿Os acordáis de ellos?:

Críticas Prestadas: Julieta Venegas



EP3 (El Pais): Julieta Venegas "Otra cosa" 4/5 Estrellas.

DIGNIDAD EN LA RADIOFÓRMULA

Las modelos del vídeo de "Bien o mal", la presentación del quinto disco de la mexicana, comen flores y expulsan mariposas. El alivio por lo escatológico que pudo ser y no es resulta análogo a la felicidad que causa escuchar cualquier canción de Julieta en las desquiciantes radiofórmulas españolas. Su exquisita comercialidad es la mayor virtud de una artista capaz de llegar al gran público ofreciendo lo que tiene: buenos discos con canciones fabulosas. Aquí el puesto de honor lo ocupan "Bien o mal", "Revolución" y "Ya conocerán", distintas fases de una relación expresadas en forma sencilla, nunca genérica. Además, es su álbum más regular. Ni rastro de los pequeños resbalones que devaluaron "Limón y sal". 100% adictivo.

¿El alivio por lo escatológico que pudo ser y no es resulta análogo a la felicidad de escuchar a Julieta? Dios Santo, qué se ha tomado el redactor de esta crítica, por lo menos un buen laxante... Por más que intento sacarle sentido a la frase no le encuentro el más mínimo significado. Se me ocurren conceptos, digámoslo, escatológicos, pensamientos en tazas de wc o caídas dolorosas, pero... no, no puede ser, estoy pensando demasiado.

Parece que la felicidad que nos vende a buen precio Julieta no es un valor en alza, visto el triste #19 del debut en las listas de ventas españolas. Vale que "Bien o mal" no es tan convincente como fuera "Me voy", pero es una hermosa tonadilla con un regusto de los que atrapan.

Achaquemos este plof en ventas a una escasa promoción del disco, porque muy pocos se han enterado de que la de Tijuana ha vuelto, tan amable como siempre, de puntillas como suele. En América ha vuelto a arrasar, pero a mí me provoca un poco de compasión hacia mis queridos compatriotras, los españoles, cuando una artista con canciones tan cojonudas como Julieta pasa tan desapercibida, dando más enfoque a artistuchos vacíos y estúpidos como son Chenoa o Bustamante. En este país vivimos, bienvenidos ...

viernes, 26 de marzo de 2010

Elisa - Buscando su sitio



Que Elisa no obtenga un reconocimiento a la par como el que puede tener Amy MacDonald, James Blunt, Robbie Williams o tantos cantantes de pop-rock comercial para todas las masas, eso es un misterio que pocos podrán desenmarañar.

Quizás sea por su condición de italiana acérrima que le cuesta abandonar sus fronteras bien marcadas, o que el terreno en el que ella convive está abarrotado de figuras que en otros países, como el Reino Unido, salen como setas en el bosque.

Elisa no viene a robar ni a quitar el sitio a nadie, ella viene a aportar, más que nada. Es el eslabón perdido entre el Reino Unido y USA, y qué mejor que sea de una artista proveniente de Italia.

Lleva años confirmando su superioridad y notoriedad y aunque en su tierra sea profeta, no acaba de hacerse con un hueco en el resto del planeta.

Y nosotros no lo acabamos de comprender, porque escuchando "Heart", su última grabación, lo primero que observamos es la pegada que podrían tener estas canciones en cualquier lugar del mundo.



Creo que cualquier persona podría sucumbir a los encantos de "All I need" o "Someone to love", a los seguidores de Alanis Morissette les harán chiribitas los oídos ante "Your Manifesto" y si encima en "Forgiveness" se hace acompañar por la neodiva Antony Hegarty, pues desconocemos qué más ingredientes hay que añadir a la receta que esta chica lleva defendiendo años para triunfar más allá de sus confines.

Con más de 10 años de carrera, y un buen puñado de canciones cargadas en la mochila de su espalda, Elisa siempre ha defendido su repertorio anglosajón, pero visto que su mercado es el de su patria, cada vez realiza más concesiones al italiano, y cuál acertadas que resultan las inclusiones de lo que ha sido el primer single, "Ti vorrei sollevare" o de la más redonda "Anche se non trovi le parole".



Parece que la italiana, que al principio no sabía si ser la nueva Björk, o la siguiente Alanis, ha ido encontrando su propia identidad y así aparece en lo que es su disco más regular hasta la fecha.

Y es difícil mantener el tipo y la elegancia en catorce cortes, y a veces se le va la mano, como en el abotargado "Lisert", pero en general todo es aprovechable y todo conjunta como un puzzle.

Incluso esa versión guitarrera de "Mad world" con sorpresa en la parte media, de la que ya hemos hablado aquí, hace buena combinación con el resto, aunque como versión desmerezca una pizca de la original. Cada corte en "Heart" se nota cuidado con mimo y dedicación, a pesar de que no tenga grandes baladas marcas de la casa como son "Rock your soul" o "Life goes on", pues aquí los medios tiempos son lo que abundan. "The big deeper" nos conduce por la noche a cielo descubierto, relajadamente, y la mencionada "All I need" camina entre árboles en un bosque del que no podemos (ni queremos) salir. Elisa ya no le tiene miedo a las guitarras, y en "This knot" o "Your manifesto" se la nota cómoda y "Poems by God" o "Coincidence" son composiciones familiares para sus seguidores.



Hasta ese broche que es "Dot in a universe", que ocupa el lugar de la gran balada que todos deseábamos encontrar en su lugar, finiquitando el álbum, es amable y confortable.

Sin poseer cortes tan intensos como podríamos esperar y que, irónicamente, sea el disco con "menos corazón" de la italiana, ha conseguido presentar una obra compacta y bien conjuntada, con temas que se dejan querer con las escuchas y a los que, finalmente, acabas encontrándoles sus ventrículos y aurículas.

Puntuación: 8/10

Lo mejor: Someone to love, All I need, Anche se non trovi le parole
Lo peor: Lisert

jueves, 25 de marzo de 2010

Sarah McLachlan - Nuevo disco, por fin!!



Rebosantes de ilusión esperamos a que llegue el 15 de Junio y el nuevo "hijo" de Sarah Mclachlan, el cual se lleva 7 años con el anterior y ya no podrá compartir los libros del colegio, salga al mundo exterior.

"The laws of illusion" coincide con el comienzo de la gira Lilith Fair, de la que ya hablamos aquí, y que será el retorno en todos los sentidos de la canadiense.

Si ya con "Afterglow", el disco del 2003 se tomó su tiempo, creo recordar que unos 5 añitos, esta vez ha puesto aún más a prueba a sus fieles seguidores (el argumento de Sarah es que peor lo tendríamos con Sade), pero lo bueno se hace esperar, y en un año de resurgimientos artísticos, de saludos a la palestra, no podía faltar esta mujer con una voz capaz de derretir el corazón más helado que podamos encontrar.

Con qué placer encontrábamos en películas temazos como "Angel" (City of Angels), o "Sweet surrender", "Adia" y muchas más. Sarah alcanzó gran fama gracias a "Surfacing", su mejor disco hasta la fecha, y curiosamente, el único que no aparece en la discografía que recopila su página web oficial, vaya error!.

Su "Mirrorball", el disco de la gira que presentaba "Surfacing", también la mantuvo en lo alto de la cresta, pero los años de barbecho que se pasa rezagada en donde quiera que esté, la han acabado causando mella y de poder ser una de las mujeres más influyentes y carismáticas de la escena musical, la han convertido en un diamante en bruto que rara vez se deja ver.

Del nuevo disco, sabemos que de nuevo contará con Pierre Marchand, su productor habitual, y que "One dream", uno de los cortes, ya se puede descargar en tiendas digitales. "One dream", un tema que habla sobre la esperanza y los retos, fue utilizada en los recientes Juegos Olímpicos de Invierno en Vancouver y Sarah lo interpretó allí en directo.



Escuchándola parece que el tiempo no ha pasado por ella, fiel a sus propias credenciales.

lunes, 22 de marzo de 2010

Mumford & Sons - Los milagros existen



Mumford & Sons llevan algunos meses entre los más vendidos en el Reino Unido, Australia e Irlanda, codeándose con estrellazas tipo Rihanna, Lady Gaga o Alicia Keys. Si a uno le entra la curiosidad de saber a qué suena esta banda que tanto éxito está acaparando, lo primero que te sorprende es lo atípico de su sonido.

Raras veces un grupo de raíces folk donde banjo y mandolina suenan sin descanso en sus grabaciones, apunta tan alto en los hits de los más vendidos. Mumford & Sons sólo han querido perfeccionar una fórmula y hacerla más fácil para el consumidor. Bebiendo de las fuentes de los reconocidos Fleet Foxes y Bon Iver, tomando prestado su aura cuando les hace falta, pero añadiendo un extra de intensidad, unas melodías más marcadas y ración doble de banjos y mandolinas, han saciado la sed de ese público que ansiaba algo nuevo proveniente de la ola folkie que acometía en las islas británicas hace unos meses y que ahora viene recompensado con unos resultados bien suculentos.

"Sigh no more" ha sido número 1 en Australia, #4 en Irlanda, actual #9 en el Reino Unido y promete seguir dando mucho más de sí debido al fulgurante éxito del sencillo "The cave", que promete convertirse en un himno de nueva hornada.

Por eso cuesta verlos tan arriba, con ese sonido atemporal que no entiende de fechas, que tiene alergia a los ordenadores y que suena tan endiabladamente auténtico. Pero sus influencias son demasiado evidentes, "Sigh no more" parece robada del disco debut de Fleet Foxes, y sus temas más lentos nos llevan a la cabaña donde Bon Iver grabó su "For emma, forever". Cuando se ponen de acuerdo para sonar toda la banda a lo desfile de carnaval, es cuando encuentran su propia identidad, pero las estructuras homogéneas de sus éxitos "Little lion man" y "The cave" se pueden superponer una sobre la otra. Con tanto ahínco buscan confeccionar su etiqueta "Mumford & Sons" que en muchos minutos de este disco debut parecen repetirse sin ningún sentido del escrúpulo.

Nos lo imaginamos pasando por las calles, con los instrumentos colgados, y gritando a los cuatro vientos, orgullosos de recurrir a estas ancestrales herramientas para triunfar, como así demuestran en las fotos del libreto de su disco.

Han sido toda una sorpresa, una grata alegría que alguien, tan alejado de los convencionalismos que rigen hoy el mundo pop y guardando una esencia tan clasista, puedan vender discos como churros porque todavía hay mucha gente que aprecia la música bien hecha, fuera del fast food.

No será la primera vez que mencione este grupo y pienso en breve ofrecer una crítica exhaustiva de su disco, cuando lo tenga más controlado.

Por ahora, os dejo con el video de la estupenda "The Cave", el tema por el que los conocí y por el que están llegando a ser famosos en el mundo entero.

Por cierto, el video me recuerda mucho a la India, ¿alguien sabe dónde se ha rodado?

Gorillaz me aburren...



Pude leer hace tiempo la diversidad de opiniones que habían levantado el nuevo single de los Gorillaz, esa banda virtual movida por los hilos de Damon Albarn y Jamie Hewlett (dibujante).
Por lo que recuerdo, la indiferencia para algunos era mayúscula, llegando incluso a tildarlo de pretenciosa bazofia y para otros tenía un efecto hipnótico que terminaba enganchando.

A quién queremos engañar, después de varias escuchas y de contar incluso con Bruce Willis en su videoclip, "Stylo" se acerca más a la basura pestilente de los que la catalogaban en el primer grupo que a los momentos esterales de estos monigotes cuando presentaron la formidable "Feel Good INC." o "Dare".

Por más veces que se ha presentado en mi vida, no ha conseguido captar mi atención lo más mínimo y lo que me resulta más violento, es que a pesar de su evidente vulgaridad la quieran vender como algo novedoso, valiente y emocionante.

Este tipo de composiciones son las que abren el debate de la delgada línea que separa lo que es arte y lo que es una mierda, algo que se produce con mucha frecuencia en la pintura moderna, como muchos sabréis.

A mí "Stylo" no me parece una mierda, sino que la considero incluso una imitación de plástico de una cacota de esas que venden en los puestos de "artículos de coña". Su sonido aséptico, su aburrido estribillo, su soniquete repetitivo... Qué diferente sería la historia de Gorillaz si se hubieran presentado al mundo con este single y no como lo hicieron.

A mí ahora Gorillaz me aburren, y lo digo sin haber escuchado nada más de su playa de plástico, que será hasta que editen nuevo single que lo haga, porque así, a mí no me convencen. Tengo mejores planes.

Sophie Ellis Bextor - Directa a los corazones



Un año después de haber tenido su segundo bebé, la diva electropop británica Sophie Ellis Bextor nos presenta la avanzadilla de su próximo disco, "Straight to the heart".

"Bittersweet" es otra colaboración con los Freemasons que como muchos sospechábamos al conocer que los productores iban a estar detrás de lo nuevo de Sophie, suena inconfudiblemente más a los Freemasons (el espíritu de "Heartbreak makes me a dancer" está más que presente) que a su estilo más pop burgués con ramalazos technos que era lo que Sophie nos traía en inolvidables "Get over you", "Me and my imagination" o "I won't change you".

Este movimiento hacia las pistas de baile, sin remilgo alguno, tiene su lógica si recordamos la buena acogida que tuvo su última incursión conjunta. "Heartbreak makes me a dancer" fue un hit en UK y parte de Europa, sonando sin parar en muchas discos. Habrá sido de los temas más populares de la Bextor tras su aclamado "Murder on the dancefloor".

La cuestión ahora es que "Bittersweet" les ha salido demasiado calcada a la predecesora. El pastel que han horneado tiene la misma forma al haber utilizado el mismo molde. Resulta infecciosa y bailable como la primera, pero está demasiado ligada a ese rompecorazones, que aún tenemos reciente en la memoria.

Fue estrenada, para deleite de su público homosexual, en la emisora de radio del Gaydar allá por Febrero y la crítica vaticina grandes resultados para este "trallazo" instantáneo.

Veremos si "Bittersweet" reconcilia a la Bextor con las buenas ventas. Nos gustaría mucho verla en lo más alto de las listas británicas, pero su imagen de pija creída es demasiado fuerte allí (esto me lo comentó un inglés).

viernes, 19 de marzo de 2010

David Byrne, Fatboy Slim e Imelda Marcos



Bienvenidos a nuestro concurso, la pregunta del día es:
¿Qué tienen en común David Byrne, Fatboy Slim e Imelda Marcos? Venga, es complicado, pero probablemente lo acierten... ¿Una pista?
¿Y si a esa lista añadimos los nombres de Florence & The Machine, Tori Amos, Cyndi Lauper o Roisin Murphy?
Ahora sí que estarán más perdidos que los de la isla...

Realmente es complicado el acertijo y pocos imaginarían que la respuesta es que todos ellos se han volcado en la producción de un disco homenaje a la famosa ex-primera dama de Filipinas, Imelda Marcos.

David Byrne había concebido la idea de realizar un musical sobre la vida de Imelda, en donde se expusieran, cual Evita Perón, una sucesión de canciones en las que se relatara la historia de esta mujer que tanto diera de hablar, llegando incluso a ser más popular que su marido, Ferdinand Marcos. Por ahora, tenemos el disco y cada pieza que parece compondrá esa obra de teatro, que se está fraguando en Londres, la ciudad europea de los musicales.



Junto a Fatboy Slim en la producción, el elenco de artistas invitadas es de categoría. No faltan divas pop actuales como las mencionadas Florence o Roisin, o ampliando la lista, Martha Wainwright o Sia, y viejas conocidas como Tori Amos, Natalie Merchant o la vocalista del grupo B-52's.

Es un disco doble con un total de 22 temas, en donde se recrean escenas como la coronación de Miss de Imelda, hasta el arrestro que sufrió en el 2001 por corrupción. Varias voces femeninas se ponen en su piel en lo que parece que será un proyecto de lo más prometedor, pero quizás por lo ambicioso que resulta, la crítica británica no lo ha dejado en buen lugar, dándole unas pésimas puntuaciones al disco.



A falta por mi parte de poder escucharlo con más ahínco, os dejo un par de temas de esta singular grabación, en los que participan mi querida Tori Amos y la australiana Sia. Qué gozada ver todas estas mujeres en los mismos créditos de un disco:

Disc One

1. Here Lies Love - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Florence Welch (Florence & The Machine])
2. Every Drop Of Rain - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Candie Payne & St. Vincent
3. You'll Be Taken Care Of - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Tori Amos
4. The Rose Of Tacloban - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Martha Wainwright
5. How Are You? - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Nellie McKay
6. A Perfect Hand - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Steve Earle
7. Eleven Days - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Cyndi Lauper
8. When She Passed By - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Allison Moorer
9. Walk Like A Woman - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Charmaine Clamor
10. Don't You Agree? - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Roisin Murphy
11. Pretty Face - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Camille
12. Ladies In Blue - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Theresa Andersson

Disc Two


1. Dancing Together - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Sharon Jones
2. Men Will Do Anything - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Alice Russell
3. The Whole Man - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Kate Pierson
4. Never So Big - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Sia
5. Please Don't - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Santi White (Santigold)
6. American Troglodyte
7. Solano Avenue - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Nicole Atkins
8. Order 1081 - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Natalie Merchant
9. Seven Years - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Shara Worden (My Brightest Diamond)
10. Why Don't You Love Me? - By David Byrne & Fatboy Slim feat. Tori Amos & Cyndi Lauper

Un dueto de Cyndi Lauper y Tori Amos!! Eso no hay que perdérselo...




British Sea Power - No hay Lucifer



Los British Sea Power, esta banda cuya nacionalidad creo que ya queda clara, han anunciado que ya han terminado lo que será su quinto disco.

Prolíficos como pocos, el año pasado pusieron música al documental "Man of Aran", y sólo hace dos que su "Do you like rock music?" fue editado, convirtiéndose en su album más popular.

No hay fecha anunciada, sólo han comunicado que ahora mismo están grabando lo que serán caras b y rarezas para posibles Eps porque lo que es el album en sí ya está terminado. Faltan los aderezos posteriores.
Han adelantado que un tema, "Retreat", durará unos nueve minutos y que será una bomba que despierte todos los sentidos.

Yo aún sigo enganchadísimo al poder hipnótico de "No Lucifer", uno de los cortes de ese "Do you like rock music?". ¿Cómo puede sonar algo débil y fuerte a la vez? Es difícil de explicar, mejor será escucharlo.

La melodía de "No Lucifer", interpretada arrastrando las palabras, sollozando entre las frases, es el refugio que uno encuentra en un día lluvioso, un remanso de paz que nos hace cerrar los ojos y elevarnos hasta los cielos, por encima de las ciudades, de los campos, sobre el mar. O de las fábricas que emiten humo sin cesar, que es lo que evoca ese sonido sucio de su producción.

Por un lado tenemos la suavidad de una partitura que podría presentarse con un piano que sonaría propia, pero ese acompañamiento musical en donde desfilan coros como de manifestación, guitarras distorsionadas, un ruido ensordecedor sacado del mismo Mordor... se entremezclan con la tranquila interpretación y un violín que, desde que empieza la canción, no abandona en su empeño.

Es la conjunción del cielo y la tierra en el mismo espacio, ¿estamos seguros de que no hay Lucifer? Es escuchar al arcángel San Gabriel entre cenizas y azufre.

Una exposición de impresiones que chocan y se contradicen, "A Sodoma yo iré, no a Megido (Jerusalén)", se menciona entre referencias a bicicletas, esqueletos o las juventudes de Hitler.

El video no resulta menos incómodo. Unos siniestros muñecos se intercalan con rostros pintados con fuertes colores. Si queremos asustar a los niños y que tengan alguna que otra pesadilla, es idóneo. "Is that what the future holds?"

Lady Gaga - Fascinados con "Telephone"



El monstruo sigue creciendo y haciéndose más y más grande, no sabemos hasta dónde va a llegar, pero está dispuesto a engullirlo todo y a todos, a base de darnos argumentos con la consistencia necesaria como para que sucumbamos a sus efectos.

La "cabrona" de Lady Gaga ha grabado, junto a una Beyoncé relegada a un segundo plano, el mejor videoclip de lo que va de año y quién sabe si será el videoclip de la década o del milenio.

Me gustaría ser menos exagerado, pero es que ante la evidencia me rindo. Tenía que ser de la mano del prestigioso director Jonas Akerlund, de eso no había duda, pero el equipo formado por los tres se ha sacado de la manga una minipelícula de poco menos de diez minutos en el que el concepto del clip es elevado a la máxima potencia.

Brilla con luces cegadoras porque Lady Gaga está radiante, más inspirada que nunca y comiéndose cada plano donde aparece. Ni alguien de la talla de Beyoncé es capaz de hacerla sombra, será por esas pamelas imposibles que sólo la Gaga se atreve a llevar. A la ex-Destiny's Child está unión la conviene por unir fuerzas con este huracán, pero aquí aparece deslucida por una enorme Lady Gaga.

El clip está cargado de pequeños momentos inolvidables llenos de autenticidad, todo en la Gaga es una pose constante y sus variopintos "disfraces" provocan el asombro, la risa y puede que la sorna, pero jamás la indiferencia.

Sólo ella podría hacerse unos rulos con latas de refresco o unas gafas con cigarrillos (encendidos!!), sólo ella abandonaría esa cárcel de mujeres, en su sección chunga de "putillas", con ese gesto a lo Michael Jackson nada más salir de la puerta.

Dicen que hay varios homenajes en sus coreografías, podemos ver el espíritu de Madonna en el baile del pasillo de las celdas o el del mismo Jacko en ese número final ataviadas con vestiditos con banderolas yankis.

Cada escena de "Telephone", que así se llama el próximo número 1 mundial que firman las dos artistas más mediáticas de la actualidad, vale su peso en oro. Grabado en un vívido color propio de los dibujos animados, en la línea de "Quién engañó a Roger Rabbit?", la historia del video no es que sea la panacea de la originalidad, sino que en lo que gana es en la manera de presentarlo, el entorno mostrado.

Lady Gaga es encarcelada en una prisión de mujeres donde afloran los estereotipos que todos conocemos, desde las jacas muscolosas hasta las lesbianas más andróginas. Gaga es despojada de su vestido de diseño y, como un animal, se cuelga de los barrotes cuando la dejan sola en su celda. En el patio, escena donde luce sus gafas hechos con pitillos, tenemos momento bolleril enrollándose con una de estas lesbianas, todo un tiarrón. Cuando finalmente es liberada, su amiga y compinche Beyoncé la espera en un fashion vuga a la salida. La verja se abre lentamente y Gaga mantiene una nueva estupenda pose inolvidable.

En el interior del coche, Beyoncé con un peinado imposible, muy de cartoon, la recrimina que ha sido una chica muy, muy mala. Seguidamente muerde un bocadillo envuelto en un plástico arrugado, dándole a la escena un aire cutrelux que deriva en la risa. Lady Gaga no puede más que contestar que "Quizás".

Las dos mujeres se dirigen a su nueva aventura, su próxima fechoría: un restaurante donde sirven mucha, mucha carne.
Pero lo mejor es que vosotros descubráis cómo acaban estas chicas, y con cuantos acaban, eso sí.

"Prométeme que nunca regresaremos allí". "Te lo prometo". Un saludo que a todos nos ha recordado a Thelma & Louise concluye un video de los que ya están haciendo historia, y no es para menos.

El monstruo sigue dando pruebas fehacientes de que no tiene vértigo a las alturas. Disfrutemos de Lady Gaga en su máximo esplendor, porque será complicado mantener este ritmo de creatividad. Si no, que se lo digan a su adorada Madonna, la cual debería estar preocupada por su corona del reina del pop. Que la conserve en buen recaudo porque ahora mismo, está peligrando.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Julieta Venegas - A otra cosa mariposa



Parece que ha pasado una eternidad de aquel "Me voy, qué lástima pero adiós, me despido de ti, me voy...". Esa melodía pegajosa cual gominola que pude escuchar asombrado en una heladería de Milán, y aún con más asombro descubrir que la dependienta la estaba tarareando. Por el amplio margen que separan "Limón y sal" y "Otra cosa", lo nuevo de la de Tijuana, parece que sus palabras de despedida eran premonitorias y sí, se iba a marchar por una larga temporada.

Pero por fin, el día de ayer, 16 de Marzo, se publicó esta ansiada continuación de lo que para mí fue un bonito y correcto "Limón y sal", donde aparte de los singles conocidos, de los que destaco el homónimo escrito junto a Jorge Villamizar de Bacilos, sacamos extractos tan chulos como eran "Canciones de amor" o "Dulce compañía".

Julieta Venegas es complaciente como pocas, su voz no es resultona, su físico es del montón, pero aún así, dota a sus canciones de una elegancia y una presencia que ya quisieran intérpretes con mejor poder vocal, como Mónica Naranjo, o con más cuerpo, como Paulina Rubio.

Julieta se puede codear con Nelly Furtado y escribirle la mejor canción de su olvidable disco en español, "Bajo otra luz", como se puede subir en un escenario con Coti y, de nuevo, Paulina Rubio para interpretar el hit de todo un verano, "Nada de esto fue un error". Sigue manteniendo ese halo de misticismo y rebeldía que tan bien expone en sus clips, como los hermosos "Me voy" o "Limón y sal".

Aunque no mencione más que su anterior obra, que es la que yo más conozco, Julieta lleva varios años en el candelero con su acordeón y su mirada lánguida. Para darle una nueva oportunidad a todos los que la habíamos descubierto más bien tarde, su compañía publicó un "Grandes éxitos" en el cual nada nuevo se incluía, al poco de terminar con toda la promo de "Limón y sal".

Volviendo al presente, "Otra cosa" viene presentado por "Bien o mal", una sencilla composición de la Venegas que no supera los tres minutos y que suena amable, tranquilizadora y sincera, pero no tiene ese punto de convicción que tenía "Me voy". Imaginemos un vendedor inmobiliario cuyos argumentos parecen honestos y ciertos, pero hay algo que no nos hace tirarnos a la piscina de cabeza. Algo así pasa con "Bien o mal", ni está bien ni está mal, se queda ahí a expuertas de que el tiempo la acaba situando en un lado o en otro, y por ahora no sé bien donde situarla porque ni me resulta eficaz como tarjeta de presentación ni por otro lado, desdeñable. Tanta amabilidad hay en su confección que no me incita a abrazarla sin dudarlo.

La estética colorista de sus videoclips no se pierde con "Bien o mal", eso sí. Un grupo de mujeres engullen flores mirando salvajemente a la cámara y luego se tiran pedos de los que salen "mariposas", en un ambiente algo hippy, como lo que hizo Robbie Williams para el video de "Sin sin sin".

Termina con una Julieta cantando a capella con un radio cassette de fondo el tema, recordándonos una vez más que ella es una chica normal que no va de diva. Es la imagen que siempre ha querido vender y así lo quiere recalcar.

Por cierto, la mexicana está embarazada de su primer hijo, por lo que pronto estará a otra cosa, y no sabemos qué pasará con la promoción del album. Ya se sabrá poco a poco.


Julieta Venegas - Bien O Mal (Official Music Video) - The best bloopers are a click away

Alphabeat - Un agujero bien grande



La mala recepción por la crítica, y sobre todo, por el público que no ha conseguido captar "el encanto" al nuevo trabajo de los daneses Alphabeat, se ha visto reflejado en lo que muchos nos temíamos que iba a pasar: una pobrísima entrada en la lista de ventas británicas, y un descalabro posterior de los de hacer mucha pupita.

Es gracioso releer esas entrevistas que ofrecía esta joven formación cuando, meticulosos guardando los secretos de su segundo disco, venían a decir más o menos que iban a romper con su sonido anterior, que iban a sorprender y que, básicamente, pensaban que se iban a comer el mundo con sus nuevas creaciones. Cuando lo que ha pasado es que se han comido los mocos, han sorprendido, pero negativamente y su sonido, de lo que es nuevo no tiene nada, porque es un revival de los noventa que, en pleno 2010, no tiene mucha cabida, como se ha podido apreciar.

Cambiaron el nombre del disco, a otro igualmente insustancial, de "The spell" pasó a llamarse "The beat is", el título de otra canción. Telonearon con Lady Gaga, el icono actual más influyente del momento, retrasaron la publicación varios meses para pulir algunas taras vistas en la edición danesa... Nada de eso ha servido para evitar un desastroso debut en las listas al puesto 39.

Con un single presentación como "Hole in my heart", qué otra cosa esperaban que podía suceder. Más si lo acompaña un video realizado con medios informáticos del pleistoceno y que de bochornoso que es, me ha provocado lástima y vergüenza por partes iguales hacia esta alegre banda que en su día fue una revelación para mí. Podría aparecer perfectamente metido en un capítulo de Barrio Sésamo que nadie se iba a dar cuenta, porque además, la parafernalia utilizada y los efectos son de una coña que asusta, como de programa infantil.

Aquellos que orgullosos nos hacíamos con una copia de "This is Alphabeat", sentiremos algo de escrúpulo al acercarnos a una tienda a pedir este "The beat is", rezando porque el dependiente no haya visto el clip de "Hole in my heart" y no nos juzgue por eso.

No exagero si sentencio que es el peor video que he visto en una larga temporada y no creo que alguien, en su sano juicio, se atreva a hacer algo más penoso que esto. La rabia es que viniendo del mismo grupo que hicieron fantásticas obras como "What is happening" o "10,000 nights of thunder", me resulta aún más incomprensible quién les ha podido engañar para meterse en este fregao.

Tendrán que trabajar duro si quieren tapar este agujero bien grande que han provocado ellos solitos y por el que ha caído toda la buena imagen que se habían forjado con el primer disco. Veremos si a Polydor, su flamante nueva discográfica, les siguen quedando ganas de publicar un nuevo album de esta gente, o quién sabe qué grado de implicación tienen en este desaguisado en el que se han visto envueltos. Lo único que conocemos son los efectos, que han sido devastadores; un agujero negro que ha arrasado con todo, el corazón, los pulmones y, en general, con todos los órganos.

Si os intriga este "patético" nuevo video, que seguro que sí, echarle una ojeada y sentiros de nuevo unos tiernos infantes viendo algo digno de Espinete y compañía:

martes, 16 de marzo de 2010

Florence + The Machine - Podemos sentirla



Cuando anoche llegué a casa después del concierto de Florence & The Machine en la sala Heineken, un ruido de tambores todavía sonaba en el interior de mi cabeza (drumming noise inside my head).

La energía que desprendía la solista fue repartida por toda la sala y el público terminó llevándosela consigo, como si de un souvenir se tratara. ¿Ha pasado un huracán pelirrojo descontrolado por delante de nuestros ojos o que ha sido eso?

Mi primera incursión en esta pequeña sala de la Calle Princesa me dejó un grato sabor de boca (aunque los 12 euros de un mini de cerveza duelen) y podemos asegurar que la acústica es decente y su diminutez hace que sin sufrir atosigamientos ni tener que pelearte por una buena posición, puedas ver al artista a unos escasos pocos metros.

Mientras degustábamos la cerveza a precio de oro, conversaba con Rufo y David, dos chicos seguidores de Muse que había conocido en la fila de las entradas. Probablemente nos veamos de nuevo en la actuación de Benjamin Biolay ;-) . Ninguno de los dos conocía muy bien a Florence, había llegado a ellos por recomendación ajena. "Viniendo de alguien que me aconsejó hace años ir a ver a The Strokes no puedo hacer otra cosa que fiarme", decía Rufo. Habían escuchado algún tema por el Spotify, pero no estaban seguros de lo que les esperaba sobre el escenario. Mientras confesábamos cómo Florence había llegado a nuestras vidas, una sucesión de extranjeros interminable (en su mayoría ingleses) se hacía con el recinto. Seguro que animados por el reducido precio (20 euros) y la proximidad que ofrece la sala, habían decidido seguir a su ídolo más allá de las islas.

La charla musical se producía con unos Sian Alice Group de fondo que fueron los teloneros. Tuvieron que ponerse a hacer ruidos ensordecedores para que la peña les hiciera caso, puesto que empezaron muy suaves, con sus singles, y claro, los demás estábamos haciéndonos al lugar, con nuestros litros y esas cosas.

Con 40 minutos de retraso y algunos pitos de fondo, apareció Florence Welch tras dejar paso a toda su banda. Una mata de pelo rojo cobrizo, una piel blanquecina cubierta por un sobrio vestido de tela negra como el que lucía Nicole Kidman en "Los Otros", pero con transparencias de más encaje en la parte inferior, por las piernas. Acorde con lo que ha es su estética, como sacada de una película de Ingmar Bergman.

Sin mediar palabra empezó a destriparnos su tema más Bat for Lashes, un "Howl" en donde aúlla con ganas, con todo lo que dan de sí sus pulmones. Perfecta en la voz, podemos decir que no se le fue una nota en ningún segundo, abriendo la boca de par en par, todo lo que podía, y moviéndose frenéticamente, agitando la cabeza, golpeando con furia un tambor situado al lado del micrófono, arrojándose al suelo... Florence interpreta con tal intensidad sus canciones que uno siente algo de decoro porque parece que nos estamos entrometiendo en algo muy íntimo. A veces parecía incluso que ponía los ojos en blanco, desde la distancia en la que yo me encontraba, y con esos movimientos espasmódicos, sinceramente, daba la sensación de que el diablo se había hecho dueño de su cuerpo. Y el diablo quería marcha.

Lo más irónico del asunto es que después de demostrar tanta garra, de pegar cuatro berridos de los que dejan sordo, de acribillar un tambor sin compasión, de girar como si fuera drogada con LSD, luego llegaba ella y con el semblante más dulce que podía poner y una voz como de colegiala tímida que no quiere destacar, decía un suave "Thank you" que nos dejaba más desubicados de lo que estábamos. Esta mujer es un torbellino sobre las tablas pero esconde un alma apocada, como pudimos constatar.

"Howl" caldeó el ambiente al que continuaron "Kiss with a fist" (ese tema que se descuelga del album por sus guitarras más propias de una banda de indie británico que de ella), "My boy builds coffin", y en general, todas las piezas del "Lungs" menos el "Girl with one eye". En Madrid además nos regaló la interpretación de una cara b que no conocía y que ignoro el título, si alguien lo sabe que lo comente.

Incluso los temas que menos destacan, como "Blinding" o "Between two lungs" sonaron grandiososo anoche, Florence se dejaba la garganta de tal manera, compadeciéndonos de sus pobres cuerdas vocales.

El primer gran momento de la noche, para mí, fue su revisión de la tremenda "Drumming song", la cual ya no será nunca más lo mismo desde que mi acompañante me dijera que le sonaba muy similar al "Crazy in love" de Beyoncé, y ahora es escucharla y venirme a la cabeza todo el rato la Beyoncé y sus caderazos (te odiaré por eso, lo sabes).

Aquí Florence se explayó como mejor podía hacer. Se agradece además que las versiones en directo no fueran completamente fieles a las grabaciones, sino que casi todas las canciones que interpretó las cambió sutilmente, sorprendiendo al público y deleitándonos soberanamente. Una de las más cambiadas fue este "Drumming song" con parón de largo minuto incluído. Muchos ya la habíamos dado por concluída cuando continuó con el estribillo despertando de nuevo nuestro frenesí.

Para ser una artisa primeriza, con ún unico disco en el debut, el riesgo que supone al maquillar levemente su repertorio la hace más grande si cabe, y su constante entrega con la gente, haciendo acertados comentarios entre las canciones, presentando esa cara b que pocos conocían o hablando de lo bien que se sentia entre nosotros, me traía a la memoria ese frío concierto de Muse, donde todo sonó como en el estudio y apenas dijeron dos escuetas palabras.

Esto es muy diferente, no es un estadio y Florence está casi al alcance de la mano, y como intentaba explicarnos, podía sentirnos pero no lo sentía. Quería decirnos, "I can feel it" y le salía "Lo siento", pero la pobre, confundida, nos decía, pero no es un "I'm sorry", es un "I can feel it". No pudimos hacer otra cosa que aplaudir este bonito gesto que la hacía aún más próxima.

Aquí el video que refleja la anécdota, grabado por mí. No se ve muy bien, pero se entiende bien lo que dice:



"Dog days are over" fue una locura. Nos quiso hacer partícipes saltando todos a la vez que ella decía, "1,2,3... Go!, pero... cómo se dice "Go" en español". Le ponía el micrófono a un chico de primera fila que le decía: "Vamos!". Así que ella se echó al suelo y a la orden de "Vamos" todos nos pusimos a saltar al mismo tiempo, haciendo que el recinto, literalmente, temblara.

Con toda la adrenalina aflorando por nuestro cuerpo se marchó un rato, dejándonos aún sin los dos puntales de su carrera, "Rabbit heart" y "You've got the love". A los 5 minutos salió y la explosión fue brutal. Quizás la versión de Candi Staton sonó algo más pausada, pero "Rabbit heart" y sus "Raise it up!!" nos volvieron a todos locos.

Sabíamos que hasta aquí habíamos llegado pues el cancionero de Florence no se puede exprimir más, así que satisfechos dirigiéndonos a la salida sólo podíamos pensar en esta portentosa mujer cuyo pelo rojo como el infierno, no parece una simple casualidad cromática. Si está donde está es porque se lo merece, ofrece un espectáculo envidiable y endiablado en el que no puedes apartar los ojos de ella, como decía mi colega. Tiene una presencia increíble y su voz te hipnotiza y te abruma.

Florence, tú podías sentirnos anoche, pero nosotros te seguiremos "sintiendo" durante mucho tiempo, y esperamos repetir experiencia. No es un "I'm sorry", es un "I can feel you".

lunes, 15 de marzo de 2010

"Out from under" no es de Britney Spears


¿Cómo que no es mía? ¿A qué me lío a hostias y me quedo sola?

En un blog en el que hablamos tranquilamente de Natalie Merchant, Carly Simon o Johnny Cash, hay cabida para personajes del entorno musical del más diverso índole, aunque todo tenga un límite. Si guardáis la esperanza de ver alguna entrada que hable de Miley Cirus, los Jonas Brothers, Camela o Chenoa, buscad en otro sitio que os habéis equivocado.

Siempre defenderé a ultranza a Britney Spears, mis sufridos amigos lo saben. Cuando ponen algún tema(zo) en algún bar y si tengo una cervecita en la mano, me es imposible resistirme a la tentación y bailotear sus hits sin ningún tipo de pudor, desde aquel "... Baby one more time" al más reciente "3". Le tengo especial cariño a esta chica que se vió superada por la fama, pero que ha sabido recuperar su carrera como si aquí no hubiera pasado nada.

"Circus" es un digno disco pop que no hay que desmerecer por llevar la firma de Spears en la portada, ni por esa fotografía en la que sale con aspecto angelical y cara de no haber roto ningún plato. Contiene innovadoras canciones genialmente producidas, con una pegada que ya quisieran muchas de las poppys que están empezando.

No hay más que ver el tirón que tuvieron "Womanizer" y "If you seek Amy", perfectas para mover las caderas y subirse a las tarimas de los bares. Converge una heterogeneidad en su sonido, siguiendo el mismo patrón de pop dance sin mear fuera de tiesto en ningún corte, que funciona a las mil maravillas.

No faltan las baladas melosas que son marca de la casa como es "Out from under", el tercer track del album. Sin llegar a ser tan hermosa como era "Everytime", que parecía el soniquete de un joyero al abrirlo, "Out from under" no se queda rezagada en cuanto a sentimiento y pasión.

Pero, ¡diantres!, ¿dónde había escuchado antes esa misma canción? Puff... buscaba en el google y no me daban ninguna pista. Señalaba las palabras "cover", "version"... nada, era como si se hubiera borrado cualquier rastro de lo que yo juraría haber escuchado.
No sabría decir si se trata de una táctica de la discográfica para hacer pensar que Britney es la primera intérprete del tema, o es que la original era tan desconocida que apenas había relaciones en el famoso buscador.

Con el tiempo recordé de quien era, pero me despistaba el título, juraría que era otro antes, pero estaba equivocado. Es la misma "Out from under", grabada en el 2007 para la película "Bratz" (esas muñequitas cabezonas) por una cantante conocida en su urbanización llamada Joanna Pacitti, la cual cuenta con "un repertorio de discos tremendo", publicó en el 2006 su única grabación "This crazy life" y fue tragada por la tierra, enloquecida por la vida, supongo.

"Out from under" está escrita, entre otros, por Shelly Peiken, que ha escrito para gente tan diversa como Meat Loaf, NSYNC, Lisa Loeb, Gloria Gaynor o la máxima rival de Spears, Christina Aguilera, para la cual compuso "What a girl wants" y "Come on over", del primer disco de Aguilera, antes de que a la muchacha le diera por mostrar carne y hacernos cada vez más complicado que nos centremos en su música y no en sus tetas.

Algunos diréis, pues anda que la Spears es recatada... pero yo a Britney le veo mucho más carisma y autenticidad, tanto en su sonido como en su imagen, que a la Aguilera, que cantara todo lo bien que quieras, pero lleva años intentando encontrar su identidad, cada disco que saca de muchos años en muchos años es una aventura nueva y no me es un personaje de mi agrado, la veo algo bobalicona.

Volviendo a "Out from under", esta balada que puede que no te diga nada de primeras pero luego te va abduciendo sin piedad, no es de Britney Spears. Esto es, ella no fue la primera que la grabó, sino que la Pacitti ésta se atrevió primero, para deleite de sus vecinos de urbanización. Como me enteré de la existencia de esta canción es una larga historia que ocuparía muchas líneas.

Aunque la pobre Joanna, que no le quedó otra que meter la canción con calzador en ese peliculón que seguro que es el de las "Bratz", seguro que no cantaría con un productor del calibre de Guy Sigsworth, que cuenta en su CV con gente como Madonna, Alanis Morissette o Björk. Artistillas del montón.

Escuchando estas dos versiones (que no las únicas, más adelante desvelaremos la tercera) podemos comprobar que el listillo de Guy tampoco se comió mucho la cabeza en su versión para Spears, y más fiel a la de Joanna de lo que debiera, el jodío extendió la mano para cobrar y para casa que es tarde.


Joanna: ¿Será esta la mejor manera para que se te recuerde como cantante?



Joanna tiene una voz muy bonita, muy a lo High School, dulce, descafeinada, de adolescente hormonando. Su "Out from under" es la versión piano del tema (la de la Spears es la versión guitarra acústica). Aquí, la percusión programada entra inmediatamente después de terminar el primer estribillo, como ocurre en casi todas las canciones de Laura Pausini. El piano repite su nota como si fuera una gota que cae regularmente, y en el estribillo final, Joanna se queda sola, para añadir toda la instrumentación acumulada en el momento. Todo muy correcto, sin riesgo ninguno, radio-friendly. Joanna sale airosa de la grabación, se ajusta al papel que le han dado, no grita en los espacios muertos a lo Celine Dion, ni varía los tonos en los estribillos. Vamos, que le ha salido un trabajo de encargo que ya pueden estar contentos los de la productora. Todo es tan correcto, que es normal que nadie se acuerde de esta versión.


Britney: Pues sí, ir poco tapada debe ser lo mejor para que se sepan tus canciones.



Y llega la Spears rezando para que ningún capullo desentierre a Joanna... ¿cuál era el apellido? y pensemos todos que el temazo es suyo.
Sólo tienen que cambiar el pianillo por una guitarra y añadirle más voces al entorno (que era lo que le faltaba a la primera) y ya tenemos la súper balada del "Circus".
Me gusta más la voz nasal de Spears para esta composición, creo que canta con más sentimiento que Joanna, que la veo mucho más tensa en su interpretación.
Lo dicho, el productor ese día hizo el agosto y bien agusto se quedó con el huracán de ideas nuevas que aporta a la canción.



Emilia: Ya vengo yo con más tela para tapar a las guarrillas estas...




Aquí no acaban los "Out from under", esta pesadilla continúa. Pesadilla para el que no le guste, por si os quedan dudas debido a mi uso repetido de la ironía, la canción a mí SÍ me gusta.
El año pasado una sueca con uno de esos nombres difíciles de recordar, Emilia de Poret hizo lo que todos estábamos esperando: coger la versión de Joanna y de Britney y meterlas en la turbomix. De esta manera, la guitarra de Spears se mantiene y el tintineo del piano-grifo que gotea, se juntan en lo que ahora es.... ¿¿"Now or never"???. Emilia, conocida por estos lares por su tema "Pick me up", incluía una versión libre de "Out from under" rebautizada por "Now or never", quitándole toda la gracia a la lírica original y rechazando la frase por la que más me llamaba la atención, que es esa de "I don't wanna dream about all the things that never were".
El timbre de Emilia es un híbrido de las dos susodichas, por si fuera poco. Un pelín más grave pero se queda en el cruce de caminos.
Tiene la ausencia de los coros armoniosos que destacan la de Spears, pero salva el piano que tan chulo quedaba en la primera versión.

Por lo que, de todos estos "Out from under", a la hora de elegir por uno, me decantaría por el de Britney con una puntualización, lástima que Guy no quisiera haber mantenido el piano que golpetea, pero acertó en meter más voces en el estribillo y los puentes.

Preciosa en todas sus vertientes, tres versiones en un rango de dos años. Quién sabe si alguna petarda pop se animará con una cuarta adaptación que incluya todo lo que aquí hemos destacado. Quién sabe...

NOTA: Buscando fotos de Joanna descubro que la chica concursó en el American Idol. Tendremos que ampliar su popularidad en la urbanización...

Michael Jackson - ¿Y esto es todo?


Tentado estuve en su momento de acudir al cine para ver el documental "This is it".

Algo me olía a chamusquina en toda esta preparación acelerada de lo que fue la historia de la gira que iba a devolvernos a Michael Jackson a los escenarios.

Primero, de todos era sabido, (porque se publicó en los medios, básicamente) que los patrocinadores de este serie de conciertos en la sala O2 de Londres habían perdido cantidades astronómicas de dinero por la anulación de la gira y tenían que sanear las cuentas sea como sea. Así que aprovechando el material grabado de ensayos, que incluía un repaso exhaustivo de cómo fue la selección de bailarines, dijeron: aquí tenemos nuestro salvaconducto. Hacemos una peli con todo esto, añadimos una canción inédita para darle más empaque y ya tenemos recuperada parte de, sino toda, la inversión que habían realizado.

Y esto, amigos míos, era lo que hubiéramos hecho cualquiera de nosotros en una situación desesperada y tratándose de cantidades con tantos ceros. Que no fue moco de pavo lo que aquí se gastaron para devolver a Jacko a la palestra.

Muchos eran los que no veían capaz a Michael de aguantar el tirón de tantos conciertos seguidos, que el hombre lleva años retirado y ya tenía una edad seria, 50 añitos.
Lo que viene a demostrar este "This is it" es que el hombre estaba en plena forma, que se preparaba al máximo sus coreografías, que seguía teniendo una voz envidiable, que cuidaba cada detalle de sus representaciones, etc... vamos, lo que podemos pensar que cualquier artista de este estilo tiene que exigirse de sí mismo y de sus espectáculos. Ni más ni menos.

Eso es lo que hace tan tediosa esta película, que menos mal que estuvo poco tiempo en cartelera (la anunciaron como algo exclusivo que sólo iba a estar pocos días en proyección). Si te gusta mucho Michael Jackson, probablemente disfrutarás con ella, pero aviso: tienes que ser muy fan para encontrarle el gusto a "This is it".

Porque esto es todo y menos mal que no fui al cine a verla porque me hubiera sentido estafado. A mí Michael como artista me gusta pero no me apetece nada verle en los ensayos, hablando con los bailarines y parando a cada rato, lo que viene a ser un ensayo. Menos me intriga ver cómo fue la elección de los bailarines y sus impresiones, porque sinceramente, me la trae floja.

Obviamente, no hay mención a su muerte ni se hace reflexión a lo que fue o ha sido. Es el "making of" de una gira tal y como se planteaba.

Para muchos, será un engañabobos que como he explicado, intentaba recuperar el dinero invertido, pero ya que se ponen a hablar de Michael y llevarle a la gran pantalla, presumiblemente por última vez, podrían haber pensado en los que no somos "talifanes" y hubiéramos disfrutado más con una crónica, aunque sea, esporádica, a trazos, de su vida.

Así, con cara de tonto me quedo cuando veo "This is it", que se podría haber llamado más acertadamante "Is this it?".

Este era el anuncio de la gira, antes de que el pobre la palmara:

domingo, 14 de marzo de 2010

One Hit Wonders - Capítulo 5: Sam Brown

Como siempre la parrafada del inicio...

ONE HIT WONDER: Dícese de aquel artista que triunfa y se hace popular con una única canción, pero que no consigue repetir el éxito de la misma, finalmente siendo relegado en el olvido y recordado nada más que por aquel gran hit. Este fenómeno se producía con mucha frecuencia durante los 80 y los 90 cuando las discográficas, ávidas de dinero, promocionaban desmesuradamente un tema de artistas noveles hasta la saturación y se olvidaban del resto del disco, bien porque fuera relleno para excusarse un long play, bien porque no tuviera las mismas cualidades comerciales.
En la actualidad las compañías se cuidan bastante en no repetir este proceso y suelen repartir la promoción entre varias canciones, aunque siempre haya alguna que destaque más que las demás.


SAM BROWN



Hit de honor: "Stop!" (1989). Editado en 1988, no fue hasta 1989 que consiguió un #4 en el Reino Unido, ser #1 en Holanda y Noruega y en general, top10 en gran parte de Europa.



Quién era: Sam Brown es una chica, empezando por ahí y para evitar los malentendidos con el nombre. Con 20 añitos, esta británica ya podía regocijarse de haber hecho coros para Sade o Spandau Ballet y con 22 años firmó un contrato con A&M Records y grabó su primer y más exitoso disco, "Stop!". Hija de músicos, Sam Brown mostraba su gran baza en una voz con muchos registros, con un timbre muy soul y una pronunciación exacta como buena "british", que debido a un disco debut algo heterogéneo en su contenido, no supo conectar con el público como se podía haber esperado.
La foto de entrada podría llevaros a confusión, ya que en la época de "Stop!", la chica lucía un formidable tinte rubio Farmatint, como hemos podido ver repetidas veces en su clip, que tanto les gusta emitir a los de Kiss TV.



El hito: "Stop!" es una de esas canciones que engloba una buena letra, (de amor, por supuesto), un gran acompañamiento musical y una voz dolorida y enrabietada.
"Todo lo que tengo es todo lo que tú me has dado". Así de sincera comienza, para que andarnos con más preámbulos, tras un preludio de cuerdas que ya hacen cosquillitas en los oídos. No hay nada como una mujer despechada, que lo ha dado todo y que ha recibido migajas, para llegar a las masas y sentir empatía porque, baby, a todos nos han roto el corazón alguna vez. "Stop!" tenía mucha alma, no sólo porque la tranquila batería organiza la orquesta y un piano soul apenas perceptible pero constante. Si escuchamos el resto del cancionero, no hay nada tan simple y efectista como "Stop!". Elegante y resolutiva, sentimental y universal. Mas de 22 años después seguimos emocionándonos con Sam cuando pide clemencia: "you'd better stop".

Qué hizo después: Aunque se trata de una canción muy popular, en su momento "Stop!" no fue un éxito de los de crear escuela, sino fue todo más bien comedido. El tiempo ha acabado engradeciéndola y de paso, afincarla como uno de los mayores One Hit Wonder de la historia. Pero por mi parte he de confesar que los quince tracks de su debut son una gozada que de vez en cuando me gustan recuperar. Ella no repetió el éxito ni su discográfica aprovechó lo bien parada que había salido de la jugada de la reedición como single, y "Walking back to me" o "This feeling", los sencillos que se extrajeron de ese album, apenas tuvieron transcendencia. Sam Brown ha publicado cinco discos, el último del 2007, llamado "Of the moment", que según sus fieles en Amazon, apuntan a que es lo mejor que ha hecho desde su primer trabajo. En el 2006, editó un "The very best of Sam Brown".


Y ahora qué?: Dos décadas la separan de su mayor hito, y creemos que Sam Brown bastante tiene con seguir viviendo de la música como pueda. Al menos, continúa publicando cositas para satisfacer a sus fans, que seguro que alguno le quedará. Ojito a su historial de colaboraciones, en donde figuran estrellas como David Gilmour (Pink Floyd), George Harrison , Nick Cave o los mismísimos Deep Purple.
En la actualidad, Sam Brown imparte clases de interpretación en una academía de música contemporánea en la ciudad de Guildford, Surrey. Es madre de dos niños y está casada con un productor el cual ha trabajado con los Manic Street Preachers, entre otros.



No sólo de un one hit vive el hombre: Y los que disfruten de las féminas de voces esplendorosas y potentes, no deberían dejar pasar por alto su album "Stop!", del cual dejamos por aquí un par de canciones, las que a mí más me gustan y considero que han envejecido mejor.
La primera es "I'll be in love", que nos ofrece una de esas atmósferas tenebrosas que tanto me llaman la atención y la segunda es la más pop "Your love is all", cuya parte final con las cuerdas siempre me trae a la cabeza el final del "Hold me, thrill me..." de U2. Como podréis ver, el mundo se ha perdido una tía con un par de bemoles bien puestos y una voz de las que transmiten, acarician cuando quieren y arañan si es que osan.

Maniobras en Japón - Love of Lesbian contraatacan



Nos duele la boca de decir una y otra vez que Love of Lesbian es el mejor grupo español del momento, y las pocas incursiones que desde este blog se hacen a la música patria van casi en su totalidad dedicadas a ellos.

A dos semanas de verlos en concierto en el Teatro Circo Price de Madrid (qué ganas tengo...), nos sorprenden reeditando un album que recoge sus dos primeros trabajos en castellano, más un par de canciones adicionales, uno de ellos inédito, "Alehop", de las sesiones del "Cuentos chinos...".

"Maniobras en Japón" es el resultado de mezclar "Cuentos chinos para niños del Japón" y "Maniobras de escapismo", un doble cd en formato digipack que sale ahora aprovechando el tirón de la banda y su reciente éxito con "1999".

Además, han grabado un video para su canción "Domingo astromántico", una de las preferidas de los fans que, aunque los Lesbian son dados a grabar videos sin parar, aún no contaba con presencia en imágenes.

Es una iniciativa que ya podían copiar muchas bandas, que dejan muchos temas colgados en sus trabajos que se convierten en imprescindibles para sus seguidores y que luego merecen una segunda oportunidad, una nueva vida jubilosa que al principio se les negó. Un ejemplo que precisamente comentábamos en una entrada anterior con el éxito de Carly Simon, "You're so vain", que por fin parece que va a contar con video oficial.

Los de Santi Balmés presentan este "domingo" siguiendo la estética de clips con mensajes profundos que no se limitan a exponer diapostivas una tras otra sin sentido, sino todo lo contrario. En "Domingo astromántico" se secuencian tomas de una pareja desde un único escenario, la azotea de un edifico de pisos donde viven. Se conocen desde que eran niños y allí han compartido muchas cosas, es su particular refugio. Los años pasan y ellos acrecentan su relación y su amor se hace constante. Tan presente y continuo que uno de ellos, la chica, mira más allá de la azotea. Observa la ciudad. Hay un mundo más que no conoce. La canción lo dice todo: "Si tu magia ya no me hace efecto cómo voy a continuar". Es la única frase en boca de los protagonistas.

Han pasado momentos inolvidables en ese espacio, pintando las paredes y colgando fantasía en las cuerdas del tendedero. Se arrojan aviones de papel, como niños, se emborrachan con chupitos de ron Negrita, como adolescentes. Crecen y "esa magia" se va desvaneciendo.

Como podréis comprobar, estoy maravillado (una vez más) con otro video de Love of Lesbian.

Una banda, nuestra banda, así para nosotros solos, que sigue demostrando que están hechos de otro caliz. Si algún día llegan al gran público y resulta que a todos le molan los Love of Lesbian, podremos decir lo mismo que ellos dicen en este domingo: "Sin tu magia, la magia que tenemos sólos tú y yo, cómo vamos a continuar".

Les deseamos lo mejor, pero por ahora, son como nuestro tesoro minoritario que queremos conservar para nosotros solos, por miedo a que dejen de ser tan grandes.

Eso es porque les queremos mucho. Así, podremos continuar.



En esta actuación de hace un par de años, Santi interpreta junto a Zahara este "Domingo astromántico". En una pantalla salen imágenes del video de "Universos infinitos". Ahora podrían repetirlo, pero con su excepcional nuevo clip.

sábado, 13 de marzo de 2010

Natalie Merchant - Dejaremos que siga durmiendo



Ya hace años que me desentendí de la música de Natalie Merchant, con el mismo énfasis que parece haber hecho ella, al menos de lo que era su seña de identidad.

Lejos quedaron aquellas hermosas tonadillas junto a los 10,000 Maniacs, o afrontando su carrera en solitario, unos tres primeros discos aceptables que no gloriosos.

Si con "The House Carpenter's Daughter" recuperaba el cancionero tradicional estadounidense y ya me dejaba ofuscado, con su nuevo trabajo, ni más ni menos que siete años después, "Leave your sleep" ofrece un compendio de oscuras canciones de cuna que no dejan de sonar populares y ajenas a lo que nos tenía acostumbrados.

Aceptamos que abrazara un pop algo angosto en "Tigerlily", o el dramatismo en cada surco de "Ophelia". Aplaudimos su unión junto a T Bone Burnett en "Motherland", pero son muchos años esperando algo original de la perezosa intérprete y nos sentimos algo defraudados.

Viendo los extractos que aparecen de las nuevas canciones en Youtube, pocas ganas me quedan de despertarme de mi letargo hacia con ella, y como indica el título, bien podría dejarla dormir para siempre.

Vestida como una monja de calle, en "If no one ever marries me" (eso sí, muy bonito título) sucumbe al canto pastoral y en "The dancing bear" se convierte en Matroska rusa descubriéndonos otra Natalie Merchant que guardaba dentro.



Ninguna me convence, a no ser que me lo tome como otra artista, como otra muñequita que estaba dentro de la anterior con otras inquietudes.

Así que, fans de "Kind & Generous" o "Carnival", iros haciendo a la idea. Esa Natalie parece que no quiere volver. Si después de siete años regresa con canciones de cuna, mejor que la dejemos hibernando de por vida.



Los buenos tiempos de Natalie:

http://musicinmouth.blogspot.com/2008/11/natalie-merchant-ophelia-fue-tantas.html

Goldfrapp - Volvemos a lo conocido



Alison Goldfrapp se tomó un descanso de su imagen de electro diva pop en el 2008, cuando junto a su partenaire Will, la otra mitad de Goldfrapp, publicaron "Seventh tree".

Con su reputación como dúo referente de música electrónica a la vanguardia, ganada tras tres albums de exquisito sonido soft tecno, ya no sabían que más podían hacer. Fue entonces que se les ocurrió reinventarse sin sutilezas ninguna, y adoptaron el folk psicodélico glamouroso de "Seventh tree".

La confusión y el caos se iba produciendo a medida que se iba sabiendo que los Goldfrapp habían metido guitarras en el estudio y les habían dado más protagonismo del que alguno de sus seguidores podría esperar. El movimiento de ficha, ese órdago a la grande, les dejó airosos, pero no mucho. Mientras que la crítica especializada se arrodillaba ante el cambio, los fans de la banda sentían mezclados sentimientos, por un lado estafados y por otro emocionados ante algo nuevo, sea lo que sea. Pero sólo los de mente amplia y gustos inconexos podrían salivar escuchando "Seventh tree".

Maldita la casualidad que cuando Goldfrapp se desentiende de la electrónica, nos azota una oleada de nuevos artistas que abrazan los ordenadores con toda la fuerza que tienen, como son Ladyhawke o La Rouk, y, quién lo iba a decir, con un éxito considerable.

Es de sabios recular y aceptar los errores y Goldfrapp han vuelto a lo conocido por todos, pero Alison se guardaba un as en la manga, y aunque el sonido de los 32bits vuelva con mamá, han querido rebobinar varios años atrás hasta situarse en mitad de los 80, en el furor de la electrónica más visceral.

Con "Head first", su nuevo trabajo, retornan a las andadas y si no es demasiado tarde, intentaran recuperar aquellos fans que, decepcionados, sólo aceptaban a sus Goldfrapp en su concepción originaria. Ellos, por su parte, no pueden considerarse repetidores de sí mismos y como el ordenador no se inventó ayer y la electrónica ha pasado por muchas fases, quieren acomodarse en una nueva entrega reforzada por los palos que hasta ahora no habían tocado: el tecno ochentero a lo Irene Cara o el pop clásico que, según comentan los de Mojo, habita en "Believer", "Alive" y otras muchas.

En breve se filtrará el disco y desde los servidores de descarga (rapidshare, megaupload y demás) podremos hacernos con una copia, siempre animando a hacerse con la original, y si es comprando en el extranjero, mucho mejor (además, es más barato).

¿Con qué te quedas, con los Goldfrapp de "Seventh tree" más folkies o con los más dance de "Head first"?

¿Quieres ver cómo suenan los Goldfrapp de "Head first"? Mira el video de "Rocket":


Goldfrapp - Rocket - More amazing video clips are a click away

Carly Simon - Siempre presente



Cuarenta años de carrera se dice pronto y tener que repasarla nos da un vértigo tremendo, aunque por otro lado, qué necesidad tenemos de revivir a Carly Simon desde su disco homónimo en 1971 hasta su última aventura, "Never been gone". Qué pereza, por Dios.

Nunca se habrá marchado, pero hace años que esa mujer rompecorazones, autora de varios himnos recientes, parece un poco desubicada sobre lo que hacer con su música.

Hasta cuatro discos de covers ajenos vemos en su amplia discografía compuesta por 25 trabajos, ni más ni nada menos. De estos cuatro, el último es del 2005, y aunque ha presentado posteriormente publicaciones con contenido original, parte de esa magia e inspiración de la que gozaba en sus tiempos mozos se ha marchado por la ventana hasta perderlos de vista. Eso sí, Carly no sacó el pañuelo y se despidió de ellos, sino que con tesón y esmero ha seguido aumentando un repertorio con más o menos suerte.

Basta ya de cantar lo de otros, o de comerse la cabeza con partituras nuevas. Ahora es tiempo de versionarse a sí misma, que para eso tiene canciones para aburrir, y éxitos por doquier.

Durante la gira que realizó en el 2008, "This kind of love", presentando el album de igual nombre, Carly interpretaba varias de sus canciones en un formato totalmente renovado, y así fue que su hijo Ben Taylor le propuso la idea de grabar un disco con todas ellas en acústico, dándoles un ambiente sosegado y diferente y por qué no, incluir algunos tracks nuevos.



No olvidemos que Carly Simon ha aportado al cine grandes canciones en bandas sonoras míticas como las de "Armas de mujer" o "Se acabó el pastel", en las que, respectivamente, contribuyó con sus temas "Let the river run" y "Coming around again". Por "Let the river run" ganó el Oscar y el Globo de Oro a la mejor canción así como un Grammy a la mejor canción incluída en una película, los tres premios en el mismo año, hecho que la convirtió en la primera artista en conseguir dicha hazaña.

Su vinculación en el cine siempre me ha hecho asemejarla con Sarah Mclachlan, que la conocí también gracias a varias bandas sonoras que tenian canciones suyas.



Ahora, escuchar "Let the river run" sin la fuerza que le otorgaba esa producción colosal o ese coro multitudinario, es como transformar con una varita mágica un rabioso león en un domesticado minino. Adquiere además las características de un villancico, donde los coros susurran y ella, con su voz ronca, no quiere despertar a los niños. No deja de ser una gran composición, pero ha vestido mejores ropas.

Y es que los años no pasan en balde, y no sólo el cuerpo se arruga sino que las voces también se fragmentan, y "Coming around again" no es lo mismo reinterpretada por esta señora de voz avejentada que en su día alcanzaba notas altísimas sin apenas esforzarse.

No faltan sus clásicos, "Anticipation" o "You're so vain" y de nuevo, se alimenta la curiosidad por saber a quién demonios va dedicado este tema de despecho que tanto ha dado de que hablar.

Carly anunció en una web recientemente que quería publicar un video oficial para "You're so vain", el cual siempre se ha mantenido sin imágenes, y también, aprovechando el tirón del tema y la publicación de este "Never been gone", ha querido ser picarona y mala aludiendo que iba, de una vez por todas, a anunciar el susodicho tan vanidoso protagonista del éxito. Siempre se ha especulado que era Warren Beatty el benefactor de sus dulces palabras, pero si supiérais la vida amorosa que ha tenido esta señora, no lo tendríais tan claro.

En resumidas cuentas, Carly no se ha marchado nunca, y ahora, reinterpretada en lo acústico como si de una auténtica cantautora folk se tratara, sentada en un taburete y vistiendo camisas de felpa, quiere revitalizar su repertorio a base de bebidas energéticas, cuando las canciones, gracias a lo enormes que son, quedan bien de todas maneras, en todos los escaparates, incluso así, en esta sencillez tan insulsa.

Lo mejor: You belong to me, You're so vain.
Lo peor: Let the river run.


Puntuación: 6.5

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