miércoles, 9 de diciembre de 2009

Los hechos sobre Shawn Colvin



En la época en que descargar música con un ordenador era una utopía y las tiendas de discos aún hacían negocio, recuerdo que por poco más de quinientas pesetas conseguí una copia de un disco con una extraña portada que me llamó la atención. Esa figura con un doble ojo derecho que sostenía una cerilla tenía algo de mágico, así que pensé que el contenido también lo sería. Por descontado decir que el precio también influyó en mi decisión.

No conocía nada de Shawn Colvin y fue todo un riesgo, no era conocedor de la gran compra que estaba haciendo, no sabía que con el corte que se abría el disco de la chica con tres ojos había ganado un Grammy a la mejor grabación. Que ya tenía varios discos en su haber y que incluía también una famosa tonadilla (Nothing on me) que sonaba en la presentación de una conocida serie protagonizada por Brooke Shields que yo veía con Canal Plus.



Recuerdo que cuando escuché el denso álbum y me iba encariñando de esa dulce voz, delicadamente ronca, austera y evocadora, más quería repetir las reproducciones. Dividido en bloques claramente diferenciados, teníamos desde las comerciales "Get out of this house" o "Sunny came home" hasta lamentos para escuchar en habitaciones cerradas o parajes solitarios como "If I were brave" o "Witchita skyline". También recuerdo con sorpresa encontrar una canción escrita junto a Neil Finn. Me encontraba ante una agradable experiencia sensorial que se haría grande y firme con el paso del tiempo.



"A few small repairs" es la obra clave de Colvin, la culminación de los vericuetos por los que vagaba. Sus pensamientos más privados estaban expuestos en cada frase de esta obra. Resultaba casi una violación a la intimidad escucharla desgranarlos. Todavía me acuerdo de cada pequeña emoción que sentía cuando conseguía traducir sus letras llenas de ácido.

Claro, de todo esto ya han pasado catorce años y aunque el éxito se le puso de frente a la americana, sólo ha editado dos discos de estudio después.

"Whole new you"
, de nuevo junto a John Leventhal, productor que le ha acompañado toda su carrera, es un irregular trabajo donde las melodías se sucedían sin captar la atención en ningún momento. La falta de inspiración se intentó suplantar con una recarga instrumental excesiva, pero finalmente se veía que la capacidad se había perdido.

Tenemos que dejar pasar años e irnos al 2006 para volver a saludar a la mejor Shawn Colvin en "These four walls", su reencuentro consigo misma.

Leventhal no necesitó de muchos abalorios para vestir las 13 canciones que contenían el disco. Su preciosidad radica en su simplicidad. Vemos vestigios de su obra cúlmen y a una Colvin sonando más convincente que nunca, y quizás más liberada.
Fuera la presión de la fama, con 50 años a sus espaldas y cientos de actuaciones en directo junto a su desgastada voz y guitarra, Shawn pudo demostrar su valía y su reconocimiento. El trayecto surcado con joyas como "Polaroids", "I don't know why" o "Steady on" encontraba hermanas dignas en "These four walls".

Una de las más hermosas piezas que Colvin escribió para "A few small repairs" fue "The facts about Jimmy", una epopeya sobre un ser solitario, Jimmy, que se refugia en las mujeres y el alcohol para sobrellevar su vida y sus preocupaciones, que lo puede tener todo ya que dispone de un encanto especial, pero acaba siempre exigiendo un "algo más".



De su último disco extraigo este "Cinnamon Road", en el que podéis comprobar que aunque diez años separan ambas grabaciones, la magia y encanto siguen existiendo, que Sunny sigue volviendo a casa, con sus tres ojos.

2 comentarios:

MIDAS dijo...

Todo el mundo se empeña en que "A few small repairs" es el mejor disco de Colvin. Seguramente será cierto. Pero yo prefiero "These four walls" aunque solo sea por llevar la contraria.

archer dijo...

Son sus dos mejores discos, y cuesta inclinarse por uno o por otro. Yo al "A few..." le tengo especial cariño y quizás eso influya. Los años en los que lo escuchaba, los sitios... era muy diferente. El "These four walls" me lo compré en Milán a muy buen precio, lo recuerdo.

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